Destacados medios de comunicación internacionales que en sus editoriales e informaciones se han hecho eco estos días del alto el fuego decretado el lunes por ETA no ocultan su escepticismo hacía la banda a la que le piden mayores compromisos, recuerdan que ya en el pasado incumplieron otras declaraciones similares y elogian o ven comprensible la reacción del Gobierno socialista exigiendo su desaparición definitiva.

El rotativo norteamericano ''The New York Times'' da la "bienvenida" al alto el fuego pero acto seguido añade que "lo que debería haber sido una renuncia inequívoca del terrorismo se quedó lejos de lo que la sociedad española y vasca tienen derecho a esperar". En un editorial recogido por Europa Press, recuerda que la declaración del alto el fuego solicitaba "concesiones políticas" al Gobierno y, sin embargo, "no contuvo ningún compromiso de eliminar el arsenal mortal de ETA".

En este sentido, ''The New York Times'' entiende que "el Gobierno del primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero de España actuó correctamente al declarar que el anuncio es inadecuado y al exigir un alto el fuego incondicional y el desarme".

También recuerda el editorial que en 2006 ETA declaró una tregua, Zapatero inició una negociación y que nueve meses después los terroristas "volvieron a su violencia cruel". En este sentido, vaticina que Zapatero no permitirá la presencia de Batasuna en las instituciones y que se mantendrá la presión policial contra los líderes de la banda.

THE ECONOMIST

Por su parte, el semanario británico ''The Economist'', el mismo día en el que se conoció la tregua, recordaba en su información al respecto que la banda ya calificó como "permanente" la tregua del año 2006 y que nueve meses después colocó una bomba en el aeropuerto de Barajas. Asimismo, analizaba el papel actual del Gobierno explicando que "no quiere volver a ser humillado" como en aquel proceso de negociación.

"Las palabras que parecen claras, para otros pueden tomar un significado diferente cuando son pronunciadas por un grupo terrorista responsable de la muertes de más de 800 personas en su campaña de 50 años para una patria independiente vasca. Después de todo, ETA también declaró su último alto el fuego, en marzo de 2006, "permanente". Nueve meses más tarde, una bomba de ETA mató a dos personas en el aeropuerto Barajas de Madrid", recuerda la información titulada "Un alto el fuego permanente, al menos por ahora".

A juicio de esta revista, la palabra clave es "verificable, un término no usado en declaraciones de alto el fuego anteriores". Sin embargo, el artículo se muestra escéptico al decir que nadie "espere que ETA comience a mostrar sus alijos de armas a observadores internacionales".

THE GUARDIAN y THE IRISH TIMES

El británico ''The Guardian'' aconseja "medir en pulgadas" cualquier movimiento en este "conflicto" y coincide con el resto de análisis al decir que "no es la primera vez que ETA ha declarado un alto el fuego permanente". Es por ello que consideran "comprensible la renuncia de Zapatero a aceptar la declaración de ETA". "Hay dos opciones para el camino delante. O ETA abandona la violencia o Batasuna abandona ETA, antes de que ambos mueran de una muerte lenta", zanja.

Más benévolo con las intenciones de ETA se muestra el rotativo irlandés ''The Irish Times'', que defiende como "un buen principio" facilitar la legalización de Batasuna y acercar a los presos etarras al País Vasco. No obstante, admite que "la respuesta despectiva del primer ministro español a la declaración de ETA refleja la opinión pública" y asume que "ningún gobierno español pagará cualquier precio significativo para la paz a una organización debilitada y desacreditada".