El PP dio ayer carpetazo al tema de Francisco Álvarez-Cascos en su primera reunión de 2011, donde su líder, Mariano Rajoy, ha expuesto la estrategia del partido para el futuro más inmediato, convencido de que es la única alternativa para que España recupere la confianza.

Tras lo ocurrido desde el 30 de diciembre, con la designación de Isabel Pérez-Espinosa como candidata para Asturias y la salida del partido de Cascos, la reunión de la Ejecutiva Nacional del PP se presentaba como una prueba de cómo habían acogido los barones del partido y sus dirigentes las decisiones adoptadas por Génova.

A la entrada de la sede, varios dirigentes se pronunciaron sobre lo ocurrido en las últimas semanas y todos avalaron la actuación del partido.

El presidente del PP de Asturias, Ovidio Sánchez, dijo que lo de Cascos es un "cabreo momentáneo" y deseó que se le pase "cuanto antes", mientras que el presidente del PP canario, José Manuel Soria, declaró: "Cualquiera que piense que está por encima de lo que es la gaviota se equivoca profundamente".

La única que se mostró más crítica fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien dijo que le parece "lamentable" que el PP "pierda" al que fuera su secretario general.

La postura oficial la ofreció, en rueda de prensa, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, quien aseguró que la decisión del Comité Electoral sobre el candidato del partido para Asturias se tomó atendiendo al "interés general" y del PP, que lamenta, dijo, la marcha del ex ministro de sus filas.

A las urnas

Además de Álvarez Cascos y del comunicado de ETA, la reunión del Comité del PP sirvió para que Rajoy haga un análisis de la situación de "crisis económica, social y política" que vive España y para insistir en que no se recuperará la confianza si no hay un cambio de gobierno.

Lo mejor para esa recuperación es hacer un llamamiento a todos los españoles a las urnas, resaltó De Cospedal, quien en cualquier caso indicó que su partido seguirá apoyando al Gobierno en las medidas que considere buenas para España, pero sin olvidar que el "proyecto fiable" del PP es hoy "la alternativa".

De Cospedal quiso dejar claro que su partido tiene propuestas y un auténtico proyecto político de recuperación nacional y aseveró que el Gobierno que suceda al actual tendrá la peor herencia de la democracia, aunque el PP "está preparado" para asumirla y sabrá administrarla con "el esfuerzo de todos".