El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha considerado hoy que "ETA no va a dar la noticia" del abandono de la violencia, sino que "pondrá un precio a su finalización, pero eso no lo vamos a pagar".

En una entrevista en ETB, recogida por EFE, Jáuregui ha afirmado que el único comunicado de ETA necesario es el que anuncie el fin de la banda, pero ha opinado que "ese no va a llegar" y que ETA no va a sacar un documento en el que diga "''lo dejamos''", "''vamos a disolver nuestra organización y entrar en la paz''".

Por contra, ha augurado, los terroristas "van a ser mucho más ambiguos y en términos mucho más eufemísticos para prolongar una tregua, y será sobre la base de una ETA que se mantiene vigilante", que plantee "un precio a su fin, que la democracia no puede admitir".

En cualquier caso, el ministro ha pedido "no especular tanto sobre lo que van a decir, sino analizar lo que están haciendo, y hace unos días -ha recordado- hubo un robo de material informático en Francia y se sigue pidiendo el impuesto a los empresarios".

Sobre la manifestación en reivindicación de los derechos de los presos de ETA celebrada el sábado en Bilbao, Jáuregui ha pedido no olvidar que los reclusos de la banda están en prisión "por crímenes horribles" y "deben cumplir sus penas".

A esos presos, ha indicado, "se les aplican los derechos humanos y la legislación oportuna", y si bien "pudo ser una manifestación importante" ya que aglutinó a "unas veinte mil personas", esa cifra no llega al "1% de los vascos".

Esa tarde, "99 de cada 100 vascos no estaban" en esa marcha, pero la gran ausencia fue "que no reclamaran a ETA su disolución", ha destacado Jáuregui.

La izquierda abertzale, ha opinado, "quiere que ETA acabe, pero no pueden controlar" a la banda, y "con ETA activa, vigilante, como telón de fondo y amenaza de violencia, no es posible permitir el acceso a la política de ese entorno".

Jáuregui ha considerado que la izquierda abertzale "no va a romper" con la banda y no va a lograr acreditar que ya no existe "una conexión con los terroristas que los tribunales vieron hace unos años".

El ministro de la Presidencia se ha referido también a las relaciones con el PNV y ha dicho que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el del PNV, Iñigo Urkullu, tienen "una buena relación personal muy directa".

Ha anunciado el "propósito" del Ejecutivo de mantener a los nacionalistas vascos durante esta legislatura "como socios preferentes y privilegiados en la gobernación española" y en cuestiones básicas, entre las que ha destacado el proceso de paz.

"Zapatero y Urkullu -ha dicho- han diagnosticado la situación" en torno a la pacificación "con una gran coincidencia" y ha indicado que ambos dirigentes "hablan mucho", como también lo hacen el ministro Rubalcaba con el presidente del PNV y el portavoz de ese partido en el Congreso, Josu Erkoreka.

En el PSOE, ha añadido, están "satisfechos de haber encontrado ese marco de entendimiento con el PNV" pero, ha añadido, "esas buenas relaciones con el PNV no eximen al Gobierno de mantener también una magnífica relación con el actual Gobierno vasco".