El ex vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez-Cascos ha asegurado que no tendría reparo en dar su voto al PP si con ello lograra gobernar. "Si al presidente del PP para ser presidente le faltara un solo voto que fuera el de Álvarez-Cascos, lo tendría incondicionalmente", ha defendido en declaraciones a Libertad Digital TV recogidas por Europa Press.

"Lo que no tendría incondicionalmente es mi silencio", ha añadido Cascos, quien ha defendido que su "lealtad" a un partido pasa por decir la verdad, ya que, de otra forma, "no haría ningún favor a nadie". En este sentido, ha apostillado que "no caerá en el olvido", si bien ha reconocido que ha "perdonado lo que en algún momento haya podido sentir".

El ex militante del PP ha reiterado su disponibilidad para encabezar una lista electoral en Asturias "que defienda el orgullo de sentirse asturiano". De esta forma, ha rechazado que represente ideas próximas al nacionalismo por "recordar a Jovellanos y utilizar el término país" para referirse al Principado.

Cascos ha evitado referirse a las declaraciones de los dirigentes del PP reunidos este lunes en el Comité Nacional y se ha limitado a explicar que su renuncia al partido no se debe a la falta de respaldo de su candidatura en Asturias, sino a la "falta de amparo" de la dirección del partido tras las "descalificaciones, menosprecios e insultos" dirigidos contra su persona por parte de compañeros en el Principado.

El que fuera también secretario general del PP ha comparado la situación que ha vivido con la etapa liderada por José María Aznar, quien, según él, "jamás hubiera tolerado sin sanción unas descalificaciones e insultos" como los que ha recibido desde el PP de Asturias.