El temporal de lluvia que azotó Galicia los últimos tres días y que generó episodios torrenciales ha provocado la acumulación de unos 300 litros de agua por metro cuadrado, la mitad de las precipitaciones que caen como media al año en España.

Así lo indicó ayer el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, en una conferencia de prensa en la que informó de los sucesos registrados en la Comunidad gallega a causa de las incidencias meteorológicas y que han ascendido a más de 600.

Hernández, acompañado por el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, señaló que las fuertes lluvias, que se prolongaron durante la jornada de ayer y que está previsto que lo haga durante la primera mitad de hoy, han ocasionado en la Comunidad "muchos problemas puntuales" como inundaciones en carreteras, si bien destacó que "se resolvieron de manera aceptable".

Asimismo, explicó que algunas localidades sufrieron inundaciones debido al desbordamiento de varios ríos, como el Tambre en Sigüeiro, el Gallo en Cuntis o el Umia en Caldas de Reis, donde el embalse acumuló 4 millones de metros cúbicos de agua.

Lo peor, en Pontevedra

El director de Meteogalicia, Vicente Pérez, explicó que las intensas precipitaciones han afectado sobre todo a la provincia de Pontevedra, donde en algunos puntos como Lourizán o Areeiro, se produjeron episodios de lluvias torrenciales, 16 litros por metro en diez minutos y más de 40 litros en un hora.

Asimismo, señaló que se superaron los 100 litros por metro cuadrado en zonas de montaña como A Xesteira o Fornelos de Montes y que en algunos puntos las precipitaciones acumuladas han superado "puntualmente" los 300 litros por metro cuadrado en tres días.

Respecto a la crecida del río Umia, el conselleiro explicó que las avenidas o picos de mayor volumen de agua superaron los 540 metros cúbicos de agua por segundo, si bien destacó que la existencia del embalse, que al inicio del temporal acumulaba dos millones de metros cúbicos, contribuyó a que en ningún momento pasaran por la localidad pontevedresa de Caldas más de 160 metros cúbicos por segundo.

"Fue una avenida muy importante pero el efecto de laminación del embalse contribuyó a que el efecto de la inundación en Caldas fuera muchísimo menor de lo que habría sido de no existir en embalse", precisó.

Por lo que respecta a la situación en las carreteras, Hernández señaló que la situación fue de "relativa normalidad" y precisó que durante la mañana de ayer se produjeron cortes en la OU-540 que une Ourense con la frontera portuguesa, y también en la carretera que va de Pontevedra a Bueu.

Por su parte, el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, informó de que la central de emergencias de la Xunta recibió desde la noche del pasado miércoles en torno a 600 llamada relacionadas directamente con inundaciones, desprendimientos de tierras o cortes de carreteras.

En este sentido, señaló que unos 1.500 efectivos de la Xunta permanecerán en "máxima alerta" hasta que finalice el episodio de lluvias, "con todos los dispositivos preparados para acudir donde sea necesario".

23 provincias en alerta

Por otra parte, un total de 23 provincias pertenencientes a once comunidades autónomas se encuentran en alerta por riesgo de vientos costeros, lluvias y viento, ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Las provincias gallegas de La Coruña, Lugo y Pontevedra se encuentran en alerta naranja (riesgo importante) ante la previsión de fuertes vientos costeros.

A causa del viento, la Aemet mantiene la alerta amarilla (riesgo) en Zaragoza, Cantabria, Guadalajara, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Navarra, Extremadura, Galicia, La Rioja, País Vasco y Asturias, donde se prevé rachas máximas de 80 kilómetros por hora.

Tan solo Cáceres está en alerta amarilla por lluvias que pueden alcanzar los 50 litros por metro cuadrado en doce horas.

Protección Civil aconseja que, en el caso de conducir con viento, conviene alejarse de cornisas, árboles, muros o edificaciones en construcción o grúas que puedan desprenderse.

En todos los casos es importante en zonas marítimas mantenerse alejado de la playa, los puertos deportivos y otros lugares bajos que puedan ser objeto de oleajes y elevadas mareas, así como de ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas si se encuentra en el campo.