El Ayuntamiento de Madrid ha abierto un expediente sancionador a los organizadores de las fiestas del Orgullo Gay 2010 en el barrio de Chueca por el ruido de la música, a instancias de una denuncia interpuesta por la asociación de vecinos del barrio, ha confirmado una portavoz del Área de Medio Ambiente.

El presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Toni Poveda, ha dicho que los miembros de este colectivo están "indignados" y "desolados", pues la multa que les piden es de 35.000 euros.

Poveda ha explicado que han solicitado una reunión urgente con el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y ha acusado a la delegada municipal de Medio Ambiente, Ana Botella, de "homofobia" y de "llevar años intentando cargarse las fiestas del Orgullo".

Medio Ambiente ha replicado que la denuncia proviene de los vecinos y que la administración lo único que hace es "tramitar" el expediente, igual que hizo recientemente con otra denuncia vecinal por el ruido de "Cortylandia".

El expediente se tramita contra las entidades que explotan mercantilmente las fiestas de Chueca: la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), junto con el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) y la Asociación de Empresarios Gays y Lesbianas.

El presidente de la FELGTB sostiene que precisamente en las fiestas de 2010 (que se celebraron del 25 de junio al 4 de julio) los organizadores hicieron su "mayor esfuerzo por contar con los vecinos y por reducir de forma drástica el ruido, algo que no hace ninguna otra organizadora de fiestas en Madrid".

Poveda ha subrayado que el propio alcalde les felicitó en una reunión celebrada en la Semana del Orgullo y que la cadena de televisión americana MTV reconoció estas fiestas como unas de las mejores del mundo.

Además, se ha mostrado convencido de que la denuncia "no responde al sentir de los vecinos del barrio", pues cree que estos son conscientes de que estas fiestas se han convertido en "las más importantes de Madrid" y de que eso "revierte en toda la ciudad".

A su juicio, existe una "confrontación dura" entre la concejala Ana Botella, por un lado, y el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y el concejal de Centro, José Enrique Núñez, por otro, por lo que quieren que el alcalde intervenga.

"Esta sanción es un error de proporciones incalculables y puede ser un mazazo. Pedimos que el Ayuntamiento reaccione, no mire para otro lado y sea justo y sensato en época de crisis", ha reclamado el presidente de la FELGTB.

Entretanto, el expediente se encuentra en periodo de alegaciones hasta la semana que viene y las organizaciones alegarán que el ruido de las fiestas "no viene por la música, sino por las miles de personas que hay por las calles esos días, igual que en cualquier otra gran fiesta popular".

Por su parte, la Asociación de Vecinos de Chueca señala en su página web que solicitó la apertura de expediente sancionador "a raíz del informe resultado de las medidas de control llevadas a cabo sobre MADO (Madrid Orgullo) por el Ayuntamiento, por superar de manera alarmante los niveles acústicos, con grave deterioro del medio ambiente y con el agravante de reincidencia".