El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, aseguró ayer que su partido "ni es, ni será un apoyo incondicional para que José Luis Rodríguez Zapatero cumpla la legis- latura", aunque reconoció que "ni la sociedad española, ni la vasca están para unas elecciones anticipadas".

Durante su intervención en la tribuna "Nueva economía fórum", en Bilbao, Íñigo Urkullu afirmó, en relación a una posible negociación con el Gobierno central sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2011, que el PNV "no tiene voluntad de ser salvavidas de nadie", aunque ha admitido que serlo "puede ser la consecuencia" de llegar a un acuerdo sobre las cuentas públicas.

Según señaló Urkullu, al PNV únicamente le preocupan los intereses del País Vasco, y reiteró que "lo primero" antes de entrar en la negociación de los presupuestos es llegar a un acuerdo sobre la transferencia de las políticas activas de empleo, lo cual consideró "obligatorio para abrir el acuerdo de 2011".

Pese a esta condición, el presidente del PNV indicó que "todavía hay tiempo" para conseguir dicho acuerdo antes de que el próximo 1 de octubre el Gobierno presente el proyecto de Presupuestos Generales para 2011 ante el Congreso de los Diputados, y remarcó que "entiende" que para esa fecha el Ejecutivo quiera tener "el escenario despejado".

Criticó también al PP por mantener una actitud de "acoso y derribo al Gobierno y de obsesión por el adelanto electoral" cuando, según añadió, esa formación conoce la "delicada" situación económica española y sabe que realmente "acosa y derriba a la estabilidad y a las bases para el desarrollo económico".

Íñigo Urkullu insistió en la disposición del PNV a negociar, aunque criticó la estrategia seguida por Rodríguez Zapatero, quien, según señaló, "ha basado sus equilibrios en la geometría variable, en el cada día con quien me interese, y esto termina pasando factura".

"No le debemos nada"

También destacó que el presidente del Gobierno "tiene que ser consecuente" con su opción de "lesionar al PNV, al provocar que fuera desalojado del Gobierno vasco a pesar de haber ganado las elecciones con holgura", por lo que sentenció: "No le debemos nada a Rodríguez Zapatero".

El presidente del PNV añadió que tampoco le preocupa que esta situación "provoque problemas" entre los Gobiernos central y vasco.

Sobre el Ejecutivo autónomo, liderado por el PSE-EE, Íñigo Urkullu mantuvo que "ha perdido toda autonomía política y no defiende los intereses de Euskadi, como es su obligación institucional", y como ejemplo citó que "el propio lehendakari está asumiendo en la práctica que no ha negociado como se debía y podía" la transferencia de las políticas activas de empleo.