La Fiscalía de la Audiencia Nacional pedirá el ingreso en prisión de los nueve detenidos el pasado martes en el País Vasco, Navarra, Cantabria y Aragón por reconstituir la organización ilegal EKIN, que tenía entre sus funciones transmitir las directrices de ETA a la izquierda abertzale y ayudar a los terroristas huidos. Por su parte, fuentes de la lucha antiterrorista han informado de los detenidos de EKIN alertaron a la dirección de la banda del riesgo que suponía, para su labor de controlar el entramado etarra, el hecho de que los dirigentes de Batasuna usasen de forma abusiva el nombre de Izquierda Abertzale para sus actos. Así, advertían de que era una estrategia para dar una imagen de globalidad a sus movimientos que, a su juicio, no se correspondía con la realidad.

Desde EKIN admiten que el origen de esta confusión es el proceso de ilegalizaciones a la que se ha visto sometida Batasuna y sus marcas sucedáneas: "como no se puede hablar en nombre de Batasuna, se habla en nombre de la Izquierda Abertzale". No obstante, si bien consideran que esta estrategia fue efectiva en su momento, alertan de que con el tiempo ha dificultado la labor de control que ejerce EKIN y por consiguiente la propia ETA sobre todo su entramado.

El fiscal Pedro Rubira solicitará prisión al juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, al considerar que existen suficientes pruebas para atribuir indiciariamente a los detenidos de EKIN la comisión de un delito de integración en organización terrorista, según explicaron fuentes del Ministerio Público.

Tres de los nueve arrestados --Rosa Iriarte Laset, Urko Asier Aierbe Sarasola y Ugaitz Elizarán Aguilar-- declararon durante la mañana del viernes ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, mientras que, según otros tres lo hicieron por la tarde y los tres restantes lo harán la mañana del sábado. Tras realizar las correspondientes vistillas, el magistrado dictará un auto en el que detallará la situación procesal de los arrestados.

Marlaska, que se encuentra de guardia esta semana, ha comenzado los interrogatorios antes de que se cumpliera el plazo legal de cinco días, que vence el sábado, durante el que todos ellos han permanecido a cargo de la Guardia Civil y en situación de incomunicación.

COMPAINS, EL SUPUESTO JEFE

El presunto jefe del entramado era Eneko Compains Silva, detenido en Cariñena (Zaragoza) cuando regresaba en autobús desde Valencia. El 8 de octubre de 1997 fue arrestado en Pamplona, junto a sus hermanos trillizos Mikel y Joseba, por formar parte de un comando "Y" de apoyo a la banda. El 12 de enero de 1999 los denominados ''trillizos de ETA'' fueron arrestados nuevamente, esta vez por un acto de violencia callejera, aunque quedaron en libertad tres días después tras depositar cada uno una fianza de 3.000 euros.

Compains Silva compartía labores en la dirección nacional de EKIN con Ugaitz Elizarán Aguilar, arrestado en San Sebastián y hermano del ex jefe político de ETA, Aitor Elizarán, detenido el pasado 19 de octubre en Carnac (Francia) junto a la también etarra Oihana San Vicente.

El resto de los detenidos son José Aldasoro Jáuregui, hermano del histórico dirigente batasuna Juan Cruz Aldasoro Jauregui; Egoitz Garmendia Vera, condenado en 2007 a nueve meses de cárcel por irrumpir en un pleno del Parlamento vasco; Erika Bilbao Bárcena, absuelta de la acusación de distribuir ''zutabes'' de ETA; Sandra Barrenetxea Díez, Rosa Iriarte Laset, Ainaiz Ariznabarreta Ibarlucea y Urko Asier Ayerbe Sarasola.

VISTO BUENO A LA DECLARACIÓN DE ALSASUA

Con esta operación, la primera desarrollada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tras el comunicado de ETA del 5 de septiembre en el que anunciaba "el cese de sus acciones ofensivas armadas", el Ministerio del Interior da por desarticulada la dirección nacional de EKIN, a la que se considera parte del entramado político más duro de la banda terrorista ETA.

Según fuentes de la investigación, EKIN actuó de correo con la banda para hacerle llegar la declaración de Alsasua, uno de los documentos más relevantes presentados por el denominado sector posibilista de la izquierda abertzale con vistas a estar presente en las próximas elecciones municipales de 2011.

Los miembros de EKIN también tendrían entre sus funciones la organización del ''Gudari Eguna'', el homenaje anual a los terroristas fallecidos que está previsto para el próximo día 27; la difusión de documentos internos y ''zutabes'' de ETA, la puesta en práctica de métodos de coacción y violencia complementarios a los de la banda, y la ejecución y dirección de las estrategias de "construcción nacional" establecidas por la organización terrorista.

La obsesión por la clandestinidad dentro de la banda terrorista ETA llevó a los integrantes de EKIN a elaborar un sistema específico de seguridad para toda la izquierda abertzale que fue aprobado por la dirección etarra que en ese momento dirigía Javier López Peña, alias ''Thierry''. El manual ordenaba el uso de transporte público y prohibía a los militantes hablar entre ellos de otras organizaciones del entorno o ser fotografiados con el móvil.

Tras el último proceso judicial contra EKIN, la Audiencia Nacional condenó en diciembre de 2007 a 47 de los 52 acusados en el macroproceso contra esta organización, KAS y XAKI a penas de entre 2 y 24 años de cárcel, aunque en mayo de 2009 el Tribunal Supremo absolvió a 9 de ellos y rebajó considerablemente las condenas a todos los procesados menos uno por falta de proporcionalidad de las mismas.

EKIN CRITICA LA IMAGEN DE GLOBALIDAD DE BATASUNA CON EL NOMBRE DE ''IZQUIERDA ABERTZALE''

Los recelos de EKIN hacia la deriva actual de Batasuna llegaban hasta el punto de que llegaron a alertar a la dirección de ETA del riesgo que suponía, para su labor de controlar el entramado etarra, el hecho de que los dirigentes de la formación ilegalizada usasen de forma abusiva el nombre de Izquierda Abertzale para sus actos.

"Como no se puede hablar en nombre de Batasuna, se habla en nombre de la Izquierda Abertzale", apuntan. No obstante, si bien consideran que esta estrategia fue efectiva en su momento, alertan de que con el tiempo ha dificultado la labor de control que ejerce EKIN y por consiguiente la propia ETA sobre todo su entramado.

Los guardianes de la ortodoxia etarra denuncian que la situación es cada vez más grave a medida que Batasuna ha realizado en los último tiempos actos a iniciativa propia con el objeto de escenificar un consenso general y plural de todas las organizaciones que integran la izquierda abertzale.

En esta crítica EKIN hace especial mención al acto de ''la declaración de Alsasua'', celebrada el 14 de noviembre de 2009 en la citada localidad navarra. Fue la primera gran puesta en escena de la izquierda abertzale en su apuesta por la apertura de un nuevo ciclo en ausencia de violencia tras un proceso asambleario en el País Vasco y Navarra, donde las bases abertzales se manifestaron mayoritariamente a favor del documento ''Zutik Euskal Herria'' (Euskal Herria en pie) frente a la ''Ponencia Mugarri'', que defendían EKIN y ETA y que abogaba por una vuelta a los atentados.

"Como es una aparición de Batasuna, corresponde a Batasuna, pero se hace en nombre de la Izquierda Abertzale, por lo tanto, en nombre de todos", lamentaban los dirigentes de EKIN.

Así, la alternativa que propuso EKIN a la dirección de la banda terrorista fue reconducir la deriva de su brazo político y "recuperar la esencia de la Unidad Popular (Batasuna)". Las fuentes de la lucha antiterrorista enmarcan esta reacción con la estrategia marcada por ETA de apoyar en público los pasos dados por Batasuna, pero en privado valerse de EKIN para reconducir a la izquierda aberztale a sus intereses.