La reestructuración del Ministerio de Asuntos Exteriores que prepara el Gobierno español supondrá la supresión de las Secretarías de Estado para la UE e Iberoamérica, informaron hoy fuentes de este departamento.

Las dos secretarias que desaparecen se integrarán en la Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, que convivirá con la de Cooperación Internacional en el nuevo organigrama del Ministerio, que, previsiblemente, se aprobará a través de un decreto en el Consejo de Ministros del 16 de julio.

El departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos pasará de contar con cuatro Secretarías de Estado a dos, dentro del plan de reestructuración del Gobierno en todos los Ministerios.

Aunque no es oficial, el actual responsable para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, se perfila como ''número dos'' del Ministerio en el cargo de secretario de Estado de Asuntos Exteriores con las nuevas competencias y Soraya Rodríguez se mantendría en la de Cooperación.

Concluido el semestre europeo en el que España ha estado al frente de la presidencia rotatoria de la UE, Diego López Garrido dejaría la Secretaría de Estado para la Unión Europea, que será rebajada al rango de secretaría general.

También abandonaría su puesto el todavía secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ángel Lossada, quien se recupera en un hospital de Madrid del aneurisma cerebral que sufrió el pasado 23 de abril.

La Secretaría de Estado para Iberoamérica se creó en septiembre de 2006 por el interés del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de potenciar la presencia en esta región, uno de las áreas prioritarias para España.

La primera responsable de esta oficina fue Trinidad Jiménez, que cedió el puesto a De Laiglesia, en abril de 2009.

López Garrido accedió al cargo de secretario de Estado para la UE en abril de 2008, al comienzo del segundo mandato de Zapatero, con el encargo de preparar la presidencia rotatoria.

Moratinos, quien anunció la reestructuración de su departamento el pasado lunes, ha terminado de concretar hoy los cambios al regreso de su viaje a Cuba.

Esta profunda remodelación responde a la necesidad de adaptar el Ministerio a las nuevas pautas del Tratado de Lisboa, que entre otros aspectos, crea el Servicio Europeo de Acción Exterior, el futuro cuerpo diplomático de la UE.

También se pretende acomodar este organigrama a la futura Ley de Servicio Exterior, uno de los objetivos de Moratinos para esta legislatura, con la que se adaptará la acción diplomática española a los retos del siglo XXI.

El nuevo esquema reduce y reagrupa las direcciones generales, que se ocuparán de una zona geográfica en todas sus dimensiones.

Al margen de estas dos Secretarías de Estado, el Gobierno estudia suprimir varias más en otros ministerios.

Los diferentes departamentos ministeriales siguen trabajando además para simplificar sus organigramas y eliminar alrededor de un centenar de subdirectores.

El plazo para aprobar estos cambios que se ha dado el Ministerio de la Presidencia, que encabeza la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, es el mes de julio.

Los secretarios de Estado, segundo escalón tras los ministros, no fueron incluidos en el primer decreto que aprobó el Gobierno el 30 de abril para racionalizar las estructuras de la Administración General del Estado y del sector público empresarial, a la espera de que concluyera la presidencia española de la UE.

Con aquel decreto, los altos cargos del Ejecutivo pasaron de 343 a 311 al desaparecer ocho directores generales, un secretario general y responsables de catorce organismos autónomos con rango de director general.