El Banco de España insistió ayer en que las comunidades autónomas deben compartir esfuerzos para lograr reducir el déficit público, y propuso que se establezca una "corresponsabilidad fiscal" para que cada gobierno regional se encargue de recaudar en función de lo que gasta.

Según explicó el director general del servicio de estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, durante su intervención en un curso sobre la economía española organizado por la Universidad Complutense, sería "muy bueno" establecer un criterio de este tipo.

Malo de Molina aclaró que el modelo de financiación autonómica es "sostenible", pero matizó que "otra cosa es cómo conseguir mantener la disciplina", en un marco de descentralización de competencias.

En todo caso, alabó la disposición autonómica a contribuir en la consolidación fiscal para lograr que el déficit público no supere el 6% del PIB al cierre de 2011. Con este objetivo, recordó, el Gobierno tiene un programa "ambicioso y detallado", que supondrá una contención del gasto de una "proporción desconocida", pero que si se lleva a la práctica sin desviaciones, tendrá un esfuerzo positivo para la economía, añadió.

Consolidación en 2011

Recientemente, Bruselas pidió a España una reducción del gasto en un 1,75% del PIB, que la ministra de Economía, Elena Salgado, dijo que se lograría en un punto, con la reducción del techo de gasto de los presupuestos, y el 0,75% restante con la colaboración de las autonomías. La duda ahora es si será necesaria alguna iniciativa adicional (como una subida de impuestos) a tenor de la evolución de la economía, pero Malo de Molina señaló que lo importante es que el Gobierno está dispuesto a adoptar las medidas necesarias.

"Lo que debe medir el cumplimiento del esfuerzo de austeridad es el cumplimiento de los objetivos fijados", explicó el responsable del servicio de estudios del Banco de España.

No obstante, precisó, aún está pendiente el presupuesto general para 2011 y en él habrá que concretar las cifras del objetivo de consolidación.

Así, España logrará recobrar parte de la confianza de los mercados, el reto "primordial y prioritario" de la política económica, que con ese propósito de-bería trabajar en tres frentes más: reestructuración financiera, sostenibilidad de las pensiones y el impulso del crecimiento económico con reformas.