El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer que la operación que se desarrolló en Portugal en enero para impedir una base logística de ETA evitó dos atentados que preparaban los terroristas durante la Presidencia española de la UE y que no hicieron porque no pudieron.

Así se pronunció el titular del Interior durante la Comisión Mixta de la UE, donde fue preguntado por la advertencia que hizo en su día de que la debilidad operativa de ETA podía arrastrar a la banda a cometer un gran atentado o un secuestro durante el semestre español. Rubalcaba confirmó que durante la Presidencia española se ha mantenido un nivel de alerta "un poco mayor de lo habitual" porque ETA "siempre quiere estar presente en este tipo de acontecimientos" pues su política es atentar "en momentos especiales con gran repercusión".

"Buscan que sus atentados sean reconocibles y amplificados y no es infrecuente que lo intenten con acontecimientos de esta naturaleza, y esto ha funcionado", señaló el ministro.

"¿Lo ha intentado o no?", se preguntó en voz alta el ministro, quien se contestó inmediatamente al señalar que con la información de la que dispone parece "evidente" que la operación policial que se hizo en enero para impedir una base logística de ETA en Portugal "evitó atentados".

"Yo estoy convencido de que lo que preparaban en Portugal eran dos atentados, por tanto esos no los hicieron porque no pudieron", sentenció el ministro, quien volvió a insistir en que la banda tradicionalmente se hace presente y por ello las fuerzas de seguridad también "están presentes".

Juicio contra Segi

Por otra parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional mantuvo ayer su petición de ocho años de cárcel para 17 presuntos miembros de Segi por un delito de pertenencia a ETA, ya que quedó probada su "integración activa" en la organización juvenil ilegalizada a través de actos de "kale borroka" al servicio de ETA.

En su informe de conclusiones definitivas, el fiscal Luis Barroso también recordó que todos los acusados se negaron a responder a sus preguntas en la primera sesión del juicio, y dijo que, de esa forma, ejercitaron su "derecho a no declarar", pero que no usaron "su derecho a aclarar".

Barroso pidió al tribunal, presidido por Ángel Hurtado, que tenga en cuenta las declaraciones que los acusados hicieron en dependencias policiales -y que "han sido ratificadas" por los policías durante la vista oral-, así como los efectos intervenidos en el registro de los domicilios de los procesados, entre los que se encuentran pegatinas con el anagrama de ETA, DVD''s de Segi y panfletos de Batasuna.

Las defensas, por su parte, pidieron la libre absolución de sus clientes, aunque no presentarán sus conclusiones definitivas hasta hoy.

Los familiares y amigos de varios acusados testificaron en la vista oral para asegurar que los procesados no tienen "nada que ver" con Segi y que los efectos incautados en sus domicilios eran de su propiedad y no pertenecían a los procesados porque, por entonces, "ya no vivían allí".

En este sentido, una compañera de piso de dos acusados dijo que la carta del etarra De Juana y el cuaderno manuscrito en el que, se-gún el fiscal, "figuran las cuentas de gastos e ingresos producidos por la venta y compra de diferentes objetos de Segi" son suyos, y que las anotaciones que aparecen en la libreta son de su "puño y letra".