Los trabajadores del Metro de Madrid acordaron ayer en asamblea respetar hoy y mañana los servicios mínimos del 50% decretados por el Gobierno regional y suspender los paros durante el fin de semana, para decidir el próximo lunes si se mantiene la convocatoria de huelga indefinida.

Los miembros del comité de huelga, integrado por CCOO, UGT, Sindicato de Conductores, Solidaridad Obrera y Sindicato Libre, advirtieron de que este "gesto hacia el pueblo de Madrid" se acabará en el momento en que haya un solo trabajador expedientado.

Sin embargo, fuentes de Metro de Madrid informaron de que en el día de ayer se enviaron 30 expedientes disciplinarios del total de 200 que se han abierto hasta ahora a los conductores y personal de estaciones que ayer incumplieron los servicios mínimos.

El comité de huelga ha asegurado, además, que la decisión de cumplir los mínimos durante las dos próximas jornadas tiene como objetivo "rearmarnos y elaborar una nueva estrategia" ante el conflicto de la rebaja salarial que, han matizado, "no es exclusivo de Metro, sino de todas las empresas públicas de la Comunidad de Madrid".

Piquete agresor

Cuatro trabajadores del Metro de Madrid fueron agredidos ayer en las instalaciones del suburbano en Canillejas por un piquete compuesto por medio centenar de personas que lograron impedirles de este modo que accedieran a sus puestos de trabajo.

Así lo indicaron ayer fuentes de Metro de Madrid según las cuales los cuatro trabajadores trataban ayer de incorporarse a sus puestos en las cocheras de Canillejas para prestar servicios mínimos durante la huelga que se lleva a cabo desde el pasado lunes.

Indicaron que unas 50 personas, miembros de un piquete informativo, emplearon la violencia física e impidieron a estos cuatro trabajadores incorporarse a sus puestos, causándoles contusiones y diversos traumatismos.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, informó del suceso tras recibir la noticia del consejero delegado de Metro de Madrid, poco antes de participar en un acto junto al presidente del PP, Mariano Rajoy; y el alcalde madrileño, Ruiz-Gallardón.

La presidenta madrileña condenó lo que a su juicio es "la violencia de los piquetes", que tildó de "intolerable". Llamó a la responsabilidad de los trabajadores de Metro