El lehendakari, Patxi López, hizo ayer un llamamiento a toda la ciudadanía vasca "sin excepción" para que se una en un "esfuerzo final" y en un "posicionamiento claro" en contra del terrorismo.

López intervino en San Sebastián en un acto en recuerdo al columnista de El Mundo José Luis López de Lacalle, asesinado hace diez años por ETA, al que asistieron familiares y amigos del fallecido, entre ellos su viuda Mari Paz Artolazabal y sus hijos Alain y Aitziber, y responsables políticos e institucionales como el consejero de Interior, Rodolfo Ares, y la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.

El director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, también participó en este emotivo homenaje, que tuvo lugar en el Palacio Miramar de San Sebastián, donde se presentó un libro, titulado "La niebla y el trasluz: escritos de un hombre de acción", que recoge una selección de artículos del asesinado, entre ellos, el último que publicó cinco días antes de morir, en el que insistía en la necesidad de un "cambio en la dirección política del País Vas-co".

Patxi López, encargado de clausurar el homenaje, se dirigió a López de Lacalle para decirle que en Euskadi se ha "avanzado mucho" desde que él fue asesinado el 7 de mayo de 2000, cuando recibió cuatro disparos en las inmediaciones de su domicilio de Andoain (Guipúzcoa) al que regresaba después de comprar los periódicos.

El lehendakari aseguró que "ETA está acabada porque la sociedad vasca le ha cerrado definitivamente la puerta", que es "empujada por muchos brazos" y "cada día por más".

"Hemos sumado fuerzas todos, los no nacionalistas y los nacionalistas, sabemos que ésta es una cuestión de país. Hoy todos tenemos el convencimiento de que somos más fuertes y ETA es más débil", agregó.