El fuerte temporal de frío y de nieve registrado durante los últimos días amainó ayer, lo que propició que las principales infraestructuras de transportes, sobre todo carreteras y aeropuertos, recuperen la normalidad, aunque las complicaciones persistieron en muchos lugares.

En Madrid, una de las comunidades más afectadas por el temporal, la nieve obligó ayer a interrumpir durante varias horas el tráfico de camiones en la A-1 (carretera de Burgos) a la altura de la localidad de El Molar, donde las cadenas eran imprescindibles para los coches.

También continuaron las complicaciones a causa de la nieve en Huesca, en la N-250 a su paso por Broto y Boltaña, donde tampoco pudieron circular los camiones y los turismos sólo con cadenas, una circunstancia que se repite en numerosas vías secundarias de Aragón, Burgos, Palencia, León, Guadalajara y Tarragona.

El aeropuerto de Madrid-Barajas operó ayer con las cuatro pistas, aunque aún sufrió la resaca del temporal del lunes.

Estaba previsto que el ministro de Fomento, José Blanco, explicase en el Congreso las medidas puestas en marcha por el Gobierno para hacer frente a los últimos temporales, aunque la comparecencia fue aplazada.

41 provincias en alerta

Aunque el temporal de nieve comenzó a remitir, durante el día de ayer 41 provincias de trece comunidades autónomas estuvieron ayer bajo alerta meteorológica debido a las nevadas, a las intensas lluvias o al viento.

Esos avisos se limitan hoy a una veintena de provincias, debido a que continuarán las nevadas, los fuertes vientos o las lluvias, y en varias provincias del litoral los avisos se deben al fuerte temporal marítimo previsto para hoy.

El temporal multiplicó la demanda de sal, y algunas minas no dan abasto para suministrar todas las peticiones; de la de "María del Carmen", en Remolinos (Zaragoza), salen cada día unas 15.000 toneladas para atender la demanda que reciben de las comunidades españolas y de distintos países europeos para combatir el hielo y la nieve. Durante las últimas jornadas, han llegado a las minas de Remolinos unos 500 camiones diarios que han tenido que esperar hasta una hora para poder cargar cada uno unas 26 toneladas de sal.

Otras 2.000 toneladas de sal salen cada día de las salinas de Torrevieja, la mayor explotación marina de este producto de toda Europa, para limpiar las carreteras españolas de nieve y hielo.