La zafra agrícola ha concluido en Canarias "con un resultado regular en relación a rendimientos, precios de mercado y transporte", según la Federación de Productores Hortofrutícolas de la provincia de Las Palmas (FEDEX) y la Asociación de Cosecheros Exportadores de Tenerife (ACETO).

Durante ella se han exportado un total de 51.637,3 toneladas de tomates y 22.661,9 toneladas de pepinos que, junto a otras frutas y verduras como arándanos y calabacines, suman un total de 74.733,7 toneladas, se indica en un comunicado.

En el caso del tomate se ha producido una disminución de la producción en torno al 6%, lo que supone unas 3.450 toneladas menos respecto a la campaña anterior, mientras que la del pepino se ha incrementado en 1.863 toneladas.

El cambio en el sistema del transporte, que ha pasado de los buques frigoríficos fletados por FEDEX a las líneas regulares de contenedores refrigerados, ha provocado en esta campaña "una alteración y perturbación considerables, principalmente, por el calendario de salidas y llegadas", según los productores.

El cambio conlleva una reorganización de la logística que exige disponer de suficientes contenedores y muelles específicos de carga, pero este trabajo "se ha visto denostado por los incumplimientos en los servicios marítimos".

Esta situación ha provocado retrasos considerables en las llegadas a destino que, en ocasiones han superado los quince días de demora, lo que ha generado malestar en los receptores y los clientes, se afirma en la nota.

Como dato positivo hay que destacar que el transporte de la fruta en contenedores refrigerados evita el trasiego de operaciones que se realizaban con los buques frigoríficos.

Otra de las novedades de esta campaña ha sido la aplicación del Reglamento Comunitario 2031/2016 que obliga a someter a inspección fitosanitaria los envíos de tomate canario que tengan como destino la Península y Europa.

Los inconvenientes que han supuesto esta aplicación se han traducido principalmente en demoras, y aunque las inspecciones en los almacenes se han realizado con normalidad, las que se han llevado a cabo en el muelle han provocado retrasos considerables en la operativa del transporte, aseguran los productores.

El sector ha pedido que se aplicasen controles similares a la entrada de cualquier tomate al archipiélago, que pudiera introducir la Keiferia lycopersicella, pero no ha habido respuesta, según afirman.

El clima también ha sido un factor determinante en la zafra, según los productores, pues la bajada de temperatura de los principales meses de invierno y las lluvias persistentes provocaron una maduración tardía de la fruta y la aparición de plagas y virosis que afectaron a la planta y a la producción.

La tónica de los mercados en los meses de invierno, tanto en Reino Unido como en el continente, ha sido muy irregular para el tomate y el pepino.

"En momentos muy puntuales se produjeron picos al alza de los precios que con la llegada de contingentes de terceros países volvían a reducirse", afirman.

A pesar de todo ello, el sector califica la campaña de "regular", pues la disminución de la exportación ha sido leve y la producción se ha mantenido en los estándares convencionales.