La Noche en Blanco llevó el sábado, según los últimos datos del Cecopal, a más de 130.000 personas a las calles laguneras. A la mañana siguiente, las opiniones del ayuntamiento y representantes del sector comercial y vecinal dejaban un balance positivo de una cita que se muestra, recurriendo a la expresión de unos de los consultados, como un "producto consolidado".

"La Laguna ha demostrado una vez más que es un municipio puntero a la hora de organizar grandes eventos", expresaba el alcalde, José Alberto Díaz. "Ha sido un éxito, sin ningún incidente y con una gran afluencia de público, de más de 130.000 personas, lo que demuestra que sigue siendo una cita ineludible para toda la Isla", añadió el político nacionalista, que también agradeció el "esfuerzo y compromiso" general.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Jonathan Domínguez, celebró el resultado del dispositivo de seguridad y los "mínimos incidentes" que se produjeron. "El comportamiento ciudadano ha sido excelente y el trabajo de los cuerpos de policía y servicios de Cruz Roja y Protección Civil, extraordinarios", afirmó, antes de referir que la incidencia de la huelga del Tranvía fue "mínima".

El presidente de Asecu y coordinador de la Mesa de Comercio, Alejandro Conrado, valoró esta edición "desde la perspectiva de un producto ya consolidado, que surgió con un enfoque comercial, y al cual se ha vuelto". "Hemos logrado unificar en la misma jornada al comercio tradicional, la cuidada restauración y un fin de fiesta de ocio, y así dar cabida a diferente público, especialmente este año a las familias", consideró, y mencionó que, por primera vez, hubo acciones de apoyo logístico a los comercios. Asimismo, indicó que se debe lograr una animación que, respetando las obligaciones, "no deje espacios vacíos".

Otra voz autorizada del sector comercial, Julián González -gerente de Alapyme-, situó entre lo mejor de la cita la seguridad, la "limpieza total" posterior y la "buena oportunidad y oferta gastronómica", mientras que en el lado de lo negativo nombró, entre otros aspectos, los "obstáculos" en movilidad y transporte, la incomunicación a garajes y viviendas, o "esconder la ciudad Patrimonio Mundial con casetas de venta ambulante y otros". Sea como fuere, reconoció y felicitó el esfuerzo y resultado. "La décima edición puede marcar un punto de revisión ante nuevos retos, normas, planes, presupuestos en lo económico y social", aseveró.

Desde la orilla vecinal, el máximo responsable de la Asociación de Vecinos Casco Histórico, Pablo Reyes, manifestó que tanto la noche como el día estuvieron, en general, "bien". "Gente novelera, ambiente tranquilo con paseo, y disfrute de la música, el comercio y otras actividades...", señaló.

La Federación de Asociación de Vecinos Aguere (FAV Aguere) destacó, por su parte, la mucha gente que se dio cita en la vieja Aguere. "Para los visitantes es una fiesta que emerge en la ciudad y en la que se pueden realizar compras en prácticamente todos los comercios o tomar algo en cualquier lugar de restauración", expusieron los responsables de este colectivo, antes de resaltar el factor importante de que el tiempo "acompañó".

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José Alberto Díaz destacó que la Noche en Blanco fue "un éxito".

Jonathan Domínguez apuntó que la incidencia de la huelga del tranvía fue "mínima", y celebró el comportamiento ciudadano.

Alejandro Conrado destacó la presencia de público familiar.

Julián González vio aspectos positivos y negativos, pero, en general, felicitó el resultado.

Pablo Reyes opinó que tanto la versión diurna como nocturna estuvieron "bien".

Desde la FAV Aguere se detuvieron en la afluencia de público y en que el tiempo "acompañó".