Natural de Vilaflor, Primi Hernández se presenta como laica del Hermanito Pedro (como lo llama cariñosamente), el primer santo canario. Esta vecina chasnera fue laica del Hermano Pedro durante ocho años, participando en las diferentes actividades programadas, hasta que la vida la llevó al barrio de El Pilarito, en el Suroeste chicharrero. Del Hermano Pedro, a la Virgen del Pilar, su vida siempre ha estado marcada por una notable devoción mariana.

Casada y madre de dos hijas, cuando se enteró de que la Patrona de Canarias tenía previsto pasar por su barrio el próximo 12 de octubre, en la visita excepcional que realizará desde Candelaria a Santa Cruz, a Primi se le vino el recuerdo el pañuelo que la Cadena Cope distribuyó en 2002, con motivo de una peregrinación similar -entonces la peregrinación era del 12 al 25 de octubre a Santa Cruz-. Esta prenda la custodia en su casa como si de una reliquia se tratara.

Por este motivo, compró la tela y en colaboración con los miembros de la asociación del barrio comenzó a preparar unos pañuelos para sus conocidos. Pero el grupo se fue incrementando según se enteraron de los preparativos, por lo que pronto se desbordaron sus previsiones y acabó por cortar los pañuelos con la colaboración de los vecinos y llevarlos a serigrafiar. "Pensaba regalarlos, pero son muchos los encargos", comenta con el entusiasmo propio de saber que está cerca la visita de la Patrona. En total, ha preparado casi un centenar de estas prendas, para la salutación de la Virgen de Candelaria a su paso por el barrio de El Pilarito, precisamente coincidiendo con las fiestas patronales, que coinciden con el 12 de octubre. El programa de cultos en el barrio del Suroeste prevé que la Virgen del Pilar se traslade a la asociación de vecinos el día 11 de octubre y permanezca allí hasta el día 13.

El diálogo con Primi contagia su pasión por el Hermano Pedro y por la Virgen, tanto bajo la advocación de El Pilar como de Candelaria. "Siempre luché por que el barrio del Pilarito le hiciera una capilla a su patrona", explica.

Primi, afincada ya en el Suroeste chicharrero, mantiene vivos sus años en su pueblo natal, Vilaflor, y agradece la acogida y el cariño que ha encontrado también en El Pilarito. Cuenta que su esposo trabajaba en una fábrica dedicada al empaquetado de tomates y papas en Vilaflor y que el propietario adquirió unas fincas para continuar la explotación agrícola en la zona conocida como El Calvario, en El Pilarito, lo que justificó que se afincara en esta núcleo chicharrero.

"Me encanta mi pueblo", destaca, para realzar la importancia que ha tenido en su vida la experiencia de fe que ha encontrado en el seno de la Iglesia católica. "Siempre participaba en las procesiones del Encuentro, acompañando a la Virgen, que se organizaban con motivo de la Semana Santa, o también en las celebraciones especiales de la Nochebuena". Durante los ocho años como laica del Hermano Pedro era asidua del rosario, la eucaristía y las vísperas, unos hábitos que mantiene en la actualidad como forma de vida. "No me canso nunca de estar con el Señor", señala, y hace una excepción a la hora de atender la llamada porque es enemiga del protagonismo.

Insiste en agradecer la colaboración de los miembros de la asociación, que los han ayudado a coser los pañuelos. "No pensé que tuvieran tanta aceptación", añade.

En su casa, junto a una capilla de la Virgen del Pilar, Primi muestra el diseño serigrafiado en las prendas, que incluye la Pilarica sobre la imagen de la iglesia del barrio, y otro diseño, con la Virgen de Candelaria y una leyenda que inmortaliza la visita. Hoy, 16 años después del pañuelo que ella recibió en otra visita a Santa Cruz, Primi prepara las prendas para agasajar a la Patrona de Canarias en su barrio en una cita histórica: la peregrinación del bicentenario de la diócesis.