La comisión encargada de la visita excepcional de la Virgen de Candelaria a Santa Cruz y La Laguna, del 12 al 27 de octubre con motivo del bicentenario de la Diócesis, ha puesto a la venta diferentes objetos conmemorativos dirigidos tanto a los participantes como a coleccionistas que quieran guardar un recuerdo de esta cita histórica.

Desde camisetas (en rojo, verde, azul y violeta) hasta gorras con el logotipo oficial de la peregrinación, sin obviar detalles como reposteros en tela o lona para adornar las casas al paso de la Patrona de Canarias, o rosarios conmemorativos. Son los anteriores algunos de los artículos de la "tienda" de la visita que se pueden adquirir en la Casa de la Juventud, en la calle Nava y Grimón, número 10 (antigua calle del Agua, enfrente de la terraza del Casino), o en la Librería Diocesana.

Se trata de productos oficiales de la visita que se ponen en mercado no para "hacer caja" sino para contribuir también a recaudar fondos que se destinarán a fines sociales.

Fuentes de la comisión encargada de la visita de la Virgen Morenita explicaron que algunos de los artículos ya están a disposición de los interesados, como las camisetas, al precio de 10 euros, que incluyen la imagen corporativa diseñada "ex profeso" por Jesús Pérez -autor del cartel de la peregrinación- y con un diseño gráfico desarrollado por Domingo Ferrera, encargado de la supervisión y desarrollo de toda la imagen corporativa.

La "prenda" más codiciada será el polo amarillo, que no se pondrá a la venta, sino que se reservará a los voluntarios, a los que se les entregará de forma gratuita en agradecimiento a su colaboración. Curiosamente, en la primera reunión para la búsqueda de voluntarios -celebrada el pasado lunes en la parroquia del Sagrado Corazón, en la capital tinerfeña-, muchos comunicaron su deseo de adquirir esta prenda. Por ahora, no está en venta. En este sentido, aquellas personas que deseen colaborar tienen esta tarde, a las 19:30 horas, una cita en el Seminario, al margen de que podrán comunicar a su párroco su disposición a ayudar.

Junto a las camisetas, de las que se ha encargado una primera tirada de 2.000 unidades, también están a la venta las gorras, por diez euros, y "menos convencional" y adaptado a tendencias más juveniles, los "lanyers" o colgantes, que se pueden adquirir por tres euros. Se trata de una cinta en la que poder colgar una credencial, aunque los más jóvenes de la casa la utilizan a modo de llavero que "atan" al pantalón.

Un soporte más clásico: los reposteros. Para la peregrinación se utilizarán materiales "de campaña": el damasco dejará paso a la tela y la lona, para las familias que quieran engalanar su vivienda tanto al paso de la Patrona de Canarias como a aquellos que se quieran hacer eco del acontecimiento con independencia de donde esté su domicilio.

No faltarán los rosarios conmemorativos, de los que la comisión ha encargado diferentes modelos y a diferentes precios, a gusto del "consumidor". Además de conseguir un recuerdo de una visita histórica -con motivo del bicentenario-, también se anima a colaborar para reunir fondos que se destinarán a fines sociales en el marco de esta peregrinación en la que el encuentro con las periferias es uno de los objetivos centrales, como ha insistido a la comisión el obispo de la Diócesis de Tenerife, el palmero Bernardo Álvarez.

Junto al cartel oficial de la visita de la Patrona de Canarias a Santa Cruz y La Laguna, el licenciado en Bellas Artes Jesús Pérez es también el autor del logotipo que se utilizará en las prendas y objetos conmemorativos, desde camisetas a reposteros.

Aunque a primera vista se identifica con unos simples trazos la imagen de la Virgen, el autor descubre el sentido de cada detalle que da forma a una imagen sencilla, pero con "moraleja" o catequesis. A primera vista se distingue a María de Candelaria, por su candela y el niño en el brazo derecho, sin detalles en su rostro. Muestra un manto rojo y vestido blanco, que juega un papel fundamental porque aparece como un sendero acotado por filigranas que recrean los bordados de los mantos de la Virgen.

De nuevo, la palabra "mágica" en la que insiste Jesús Pérez: "camino", desde la ruta que lleva a la Madre y en la que confluyen las angostas veredas. Recuerda el encuentro personal de cada feligrés con la Virgen, con forma de caracolas, como las del Ayuntamiento de Candelaria. De forma sinuosa, sobre la imagen, unos trazos que no son meramente decorativos. Otra vez surge la referencia al municipio mariano, con unos trazos tomados de la puerta de la Basílica, de donde sale, en camino -nuevamente-, la Virgen. A izquierda y derecha, en azul, el color de Santa Cruz; en la parte central, en lila, un guiño a La Laguna. En la parte inferior, la Luna de doce estrellas, que se interrumpe precisamente para facilitar el encuentro con la Madre.