José Antonio Estévez (1977) lidera el PSOE en El Rosario, pero, al igual que su compañero Álvaro Meneses, está fuera de un grupo de gobierno del que sí forman parte tres concejales socialistas. En esta entrevista, que nace en torno a Costanera, sorprende con una defensa cerrada del anterior alcalde, Macario Benítez, a pesar de las condenas por corrupción que pesan sobre este último. "Apruebo al 100% su gestión", manifiesta (y se reafirma "con todas sus consecuencias" al ser preguntado de nuevo). El edil también reduce a "falta administrativa" la prevaricación del caso Varadero y relativiza el caso Enchufe -en el que fueron contratados "a dedo" 135 empleados municipales-; apunta que al frente de la agrupación local hay "personas nuevas", y anuncia su intención de ser candidato.

El alcalde, Escolástico Gil, decía semanas atrás que el convenio urbanístico de Costanera le genera una sensación de "impotencia". ¿Cuál es la suya?

A mí me generaría impotencia si estuviese definitivamente aprobado. Ahora mismo la pelota está en su tejado, y lo que tiene que hacer es reunir a Gestur y a los propietarios. Hablamos de una unidad de actuación, no de toda Costanera.

¿Qué explica la aprobación inicial de 2009 y el acuerdo plenario de 2012 con informes municipales negativos?

Una aprobación inicial es el comienzo de empezar a trabajar sobre un texto. El principal problema es que, al no estar aprobado definitivamente, ese documento es un documento vivo. Es decir, se aprueba inicialmente, se lleva a pleno una aprobación inicial y empieza a caminar. Hay diferentes partes y hay choques entre ellas.

El nudo gordiano es que, en lugar de recibir terrenos edificables -que legalmente es condición "sine qua non" para que puedan ser entregados como aprovechamiento urbanístico-, el ayuntamiento le dio el visto bueno a percibir una ladera en la que no se podía construir. ¿No le chirría?

Yo creo que ese fue el primer choque entre Gestur y el ayuntamiento: el intentar darnos un suelo que no correspondía. Por eso considero que se paró; aparte de que también se frenó porque había una afección del tren del Sur.

Pero esos últimos pasos fueron en 2012, y en 2009 ya se había realizado una aprobación con un informe contrario de 2008... ¿Cuál es el motivo?

Yo no viví eso hasta 2014, pero entiendo que la idea era iniciar el proceso.

Algunos ediles actuales del PSOE, como es su caso, votaron a favor en ese pleno de febrero de 2012. ¿Usted tenía conocimiento de los informes negativos?

No.

En aquella época, cuando se votaba en los plenos, ¿recibían información por parte del exalcalde , o cómo funcionaba el grupo?

Sí, sí, teníamos reuniones. En ellas, como en los encuentros de cualquier grupo de gobierno, había discrepancias. Eran reuniones vivas. Planteábamos ideas y buscábamos soluciones a esas ideas.

¿Y entonces por qué no les trasladaron el informe?

Entiendo que porque la idea era que el convenio empezase a caminar.

Usted ha expresado que el actual regidor local está haciendo un uso partidista de este asunto. ¿Qué lo lleva a pensar eso?

Considero que está usando Costanera a raíz de una pregunta que lo ha puesto contra las cuerdas: la inaccesibilidad de un parque. Hizo un mitin político dentro de un pleno y empezó a confundir términos. En las sesiones plenarias siempre terminamos con su discurso; me recuerda al programa de Venezuela "Aló Presidente".

¿Cómo es su relación con Gil?

Yo contra Escolástico Gil no tengo nada personal, pero yo creo que él contra mí, sí. Es una situación un poco extraña. ¿Nos saludamos? Si lo veo le digo "buenos días", pero poco más. Tampoco me quita el sueño.

¿Qué opina de la labor general del alcalde?

Que podría ser un alcalde más dedicado a los vecinos. Vale que ha conseguido cosas para el municipio, pero tiene que ser más sociable. No me veo representado en él.

¿Cuáles cree que son los principales problemas de El Rosario?

El acercarnos más a la gente. Está bien hacer esas grandes obras, pero el vecino tiene más problemas. El ciudadano no te pide eso, sino que le mires que se le ha roto la farola, que le limpien la calle?

La tensión entre los dos sectores del grupo del PSOE es palpable. ¿Cómo está ahora mismo la situación? ¿Es reconducible?

La situación es clara: hay una Ejecutiva local y todos los concejales, que fueron puestos ahí por la militancia, tienen que seguir una línea. ¿Que no la sigues? Pues tienes unas consecuencias... La dirección somos personas nuevas, que no pertenecemos a lo que Escolástico intenta vender como el pasado.

En mayo se conoció que la Ejecutiva local estaba tramitando la expulsión de los ediles del sector crítico. ¿En qué quedó?

El expediente se encuentra en trámite y pendiente de resolución.

¿Cómo valora la gestión de las áreas que lleva el PSOE?

No voy a tirar tierra sobre mis propios compañeros, no es mi política. ¿Que se puede mejorar? Sí; muy mucho. ¿Que los compañeros tienen que hablar con los otros compañeros? También.

¿Cuál es la salud actual de la agrupación local?

Es fantástica: nuevos afiliados que entran muy pronto y "buen rollo" entre todos los que formamos la Ejecutiva local.

¿Macario Benítez conserva algún grado de influencia en el partido?

No. Él fue suspendido de militancia y no influye en nada. Yo no tengo una relación directa: "Mire, ¿qué opina sobre...?".

¿Qué pasó al final con la salida de los concejales del PSOE del grupo de gobierno?

Se les pidió que saliesen. Era una decisión de la Ejecutiva local. Después la militancia la refrendó y ellos han decidido seguir porque dicen que el partido los colocó ahí. Creo que los compañeros están más por un sillón y un sueldo que por trabajar por el pueblo. Ellos están agarrados a un clavo ardiendo y tarde o temprano van a tener que irse; si no es hoy, es dentro de un mes y, si no, en las próximas elecciones. Si yo soy candidato quiero dejar claro que no voy a contar con ellos porque han puesto por encima otras cosas, otros intereses, antes que los propios del partido.

¿Le molesta que le digan que es "macarista"?

Yo no sé quién acuñó ese término, pero no me importa, porque fueron muchos años de mayorías absolutas y muchas cosas buenas para el municipio. La gente siempre se queda con lo malo. Fuimos los primeros en tener escuelas infantiles, talleres culturales en los que la gente podía disfrutar de su ocio... Nos convertimos en pioneros en muchas cosas.

¿No rechaza la gestión del anterior alcalde?

No. Todo lo contrario. La apruebo al 100%. Se hicieron cosas muy importantes para el municipio. Hoy en día El Rosario goza de una salud económica buena gracias a que nos apretamos el cinturón en 2011.

¿Y esos casos de corrupción que ha habido -el Varadero y el caso Enchufe- y otros modos de gestionar que se han ido conociendo y que nadie ha negado, como lo que llamaban la "caja chica", esa especie de "tarjetas black"...?

Hablamos de "tarjetas black" y yo me hago una pregunta: ¿el señor interventor ha emitido algún informe negativo? Sí quiero decir que en la época que yo viví nunca existieron. Entiendo que esas tarjetas estuvieron cuando había épocas de bonanza y que los gastos están más que justificados por parte de las personas que las usaron. Con respecto al caso Varadero, fue una falta administrativa; ahí nadie se llevó dinero, queda claro en la sentencia. En cuanto al "enchufismo", a lo mejor es una política que puede que también hayan usado otros ayuntamientos y, en el caso nuestro, nos tocó pasar por un juzgado. Hay que dejar claro que el Partido Socialista siempre estará con los trabajadores. No toco el tema porque los sindicatos del ayuntamiento nos pidieron que no hiciéramos política de los empleados.

Anteriormente ya planteaba su intención de aspirar a la Alcaldía en 2019. ¿Le hace ilusión?

Sí me hace ilusión. Yo lo dejé claro desde el minuto uno: no me iba a ir de mi cargo de concejal por mucho que lo intentasen. Si la Ejecutiva local lo decide, y en este caso la asamblea lo refrenda, seré el candidato en las próximas elecciones municipales.