La Concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de La Laguna busca nuevas fórmulas en su lucha contra los autores de pintadas vandálicas. En 2016 sorprendió con la contratación de un grafólogo para analizar estos trazos y elaborar una base de datos, y ahora su titular, Jonathan Domínguez, anuncia una nueva acción: al menos 15 muros en los que realizar grafitis.

En declaraciones a este periódico, el edil nacionalista afirmó que esos puntos estarán repartidos por el municipio y que la actuación se enmarca en un proyecto más amplio de concienciación de los jóvenes. "Estamos empezando a desarrollar unos talleres en institutos para concienciar a los jóvenes de los valores patrimoniales y de los daños que se pueden causar con las pintadas vandálicas, y trabajamos en una iniciativa que se llama Muros libres, consistente en paredes en las que se va a permitir realizar libremente la expresión artística del grafiti", manifestó. El objetivo: evitar que pinten donde no deben.

El desencadenante de esta actuación, así como de la contratación del grafólogo, fue el incremento en la ciudad antigua de las que Domínguez denomina "pintadas vandálicas". "Con respecto al grafólogo, el año pasado se invirtieron 9.000 euros más en hacer en todo el municipio el catálogo con la identificación e investigación de cada uno de los grafiteros, lo que en el ejercicio previo se hizo en el casco", apuntó.

¿Y cómo fue en 2017 el trabajo policial contra los autores de este tipo de desperfectos? "Ha habido nueve intervenciones y detenciones de chicos pintando, con sus correspondientes sanciones. Estas se han llevado todas a la Subdelegación del Gobierno porque implicaban daños contra el patrimonio histórico, con lo cual era delito, y algunas de ellas están incluso sancionadas con multas de hasta 1.500 euros", informó Jonathan Domínguez.

El responsable de Seguridad Ciudanana también se refirió a la puesta en marcha de unos cursos de formación a los agentes sobre este aspecto, que se han venido desarrollando en el transcurso de los últimos meses como otra forma más de tratar de ponerle freno a esta lacra, que se ha llegado a convertir en uno de los principales problemas de convivencia en el centro lagunero. No en vano, hasta febrero de 2016 se contabilizaban en torno a unos 200 puntos con pintadas.