Son las 09:00 horas y suenan las alarmas. Un movimiento sísmico de 7 grados en la escala Ritcher asociado a la actividad volcánica genera daños importantes en infraestructuras y registro de fallecidos en el municipio de El Rosario. Se trata del comienzo de la simulación de un espectacular dispositivo desarrollado ayer en el que se desplegaron más de 300 efectivos de emergencias locales y del Cabildo insular, de las Fuerzas de Seguridad del Estado, Policía Canaria y Local, Guardia Civil y del Ejército para valorar el tiempo de reacción y la coordinación en escenarios diferentes de la localidad ante un posible suceso de esta magnitud.

La Unidad Militar de Emergencias (UME) propuso hace meses al Gobierno de Canarias la realización de un macro ejercicio para tratar los tiempos de respuesta de la unidad, la coordinación con otros organismos y la asistencia específica ante una catástrofe. Se fraguó en secreto al más alto nivel, acción que llevó a cabo la Dirección General de Seguridad y Emergencias hasta que la alarma finalmente sonó.

La UME en peso y su despliegue técnico, la habilitación del pabellón de La Esperanza como albergue para los afectados, la asistencia directa del 112 a los supuestos heridos y fallecidos o la transformación del Mercadillo del Agricultor como Puesto de Mando Avanzado fueron parte de un trabajo nunca visto en la Isla.

Una de las simulaciones más importantes fue la del ejercicio en la Escuela Hogar de El Rosario, que había "colapsado". Allí los profesionales se esmeraron en encontrar "las víctimas", mientras que los perros adiestrados buscaban "cadáveres" en los alrededores y se evaluaba la respuesta de un helicóptero del GES que trataba de dejar a un especialista para rescatar a una víctima atrapada en los restos del edificio. Rescate y evacuación exitosa de un ejercicio que a buen seguro tendrá continuidad en toda Canarias.