Se cuela en la grabadora el repique pertinaz de las campanas de la Catedral. El viernes a las ocho de la mañana, cuando empezaba esta entrevista, ya tañían. La Laguna es diferente, y José Alberto Díaz lo ha sentido de una forma especial en los últimos días con la polémica en torno al grupo Abubukaka y su actuación en las fiestas del Cristo. No fue la única complicación con la que el alcalde tuvo que lidiar durante la semana. El jueves, el socio de gobierno -el PSOE- optó por votar distinto a Coalición Canaria (CC) en el primer pleno -extraordinario y con las microalgas y vertidos como protagonistas- de un curso político que en el municipio ha arrancado con la misma mala relación de siempre entre los nacionalistas y la oposición, sobre todo la de izquierdas, como se desprende de las respuestas del regidor local.

¿Con qué sensación lo dejó el pleno de este jueves?

Es la constatación de una realidad que se viene produciendo a lo largo del mandato: la única finalidad que tienen determinados grupos es reiterar una oposición clara a Coalición Canaria, achacándole todos los males del mundo. Esa era la línea. Mi forma de actuar es analizar las cosas, ver dónde están los problemas y plantear soluciones. Los expertos han manifestado que nada tienen que ver las microalgas y los vertidos, y ellos lo siguen mezclando. Es la típica política de la confusión.

¿Se van a cumplir todos los puntos que se aprobaron: exigir responsabilidades a CC por los vertidos, pedirle al Gobierno de Canarias que asuma la mala comunicación de la crisis de las microalgas...?

Se aprobaron cosas hasta contradictorias. Lo que hicieron fue la suma de las voluntades de la oposición. Se puede plantear que las cinco ruedas de prensa que hizo el Gobierno regional para hablar sobre las microalgas no fueron suficientes. Es obvio; dadas las circunstancias y la preocupación de parte de la población no lo fueron. Eso es indiscutible. Pero hay que decir que la campaña de difamación y de mezclar temas también es un acto de irresponsabilidad por parte de partidos políticos.

¿Se dejará de pagar el canon de depuración, tal y como se acordó en la sesión?

Se aprobaron dos cosas: que se dejara de pagar -eso tenemos que verlo con los Servicios Jurídicos, porque creo que legalmente tiene poco sustento-, y, por otro lado, también se acordó que se estudiara si era posible dejar de pagar hasta que se demostrara...

¿Le molestó que el socio de gobierno no le diese cobertura en asuntos tan importantes como las microalgas y los vertidos?

No. Son temas ajenos al ámbito local y tampoco sentí que tuviese la voluntad de generar un nivel de distorsión en el pacto. Las relaciones están muy bien, son en este momento satisfactorias y estamos trabajando de manera intensa. Lo que se dio en el pleno fue una conjunción de factores. No he percibido que el Partido Socialista (PSOE) se haya metido con CC.

Durante la semana se le ha juntado el pleno, la polémica de Abubukaka, un conato de protesta de los músicos callejeros... ¿Ha sido la más complicada del mandato?

No, no. Se dan circunstancias que coinciden en el tiempo, pero estoy satisfecho con la resolución de esas situaciones.

¿Cuáles son los grandes objetivos para el curso político que empieza?

Por una parte tenemos la visión de las instalaciones deportivas, en las que llevamos un retraso en su mejora y adaptación; el ámbito educativo; bienestar social...

¿Cómo se encuentra el pacto ahora mismo?

Muy bien. Yo estoy aquí con una misión clara de servicio público y de atender conforme a un pacto. A veces, las soluciones que tenemos son dispares, porque, si no, estaríamos todos en el mismo partido, pero nos ponemos de acuerdo cuando hay discrepancias.

¿Terminará el mandato con el Partido Socialista?

Tengo un pacto que yo creo que está estable y no tengo razones para pensar otra cosa. Espero que sí.

¿Descarta a estas alturas que le presenten una moción de censura?

Hay una parte de la oposición bastante amplia, incluso con algún grupo que no aparece pero que también apoya, cuya actividad ha sido durante dos años hablar de las grúas, de una denuncia en Fiscalía, de "vamos a presentarte la moción de censura"... Esto me preocupó el primer mes de ser alcalde. ¿Con el transcurso de los años qué es lo que ha pasado? Que han sido incapaces, o no han podido, o no hay la mayoría suficiente para la censura. Es un tema permanentemente de ruido porque es lo que creen que le interesa a la gente.

¿En qué quedó el informe jurídico de los concejales de Por Tenerife-Nueva Canarias (XTF-NC)?

El informe de la secretaria lo que dice es que sigue existiendo el grupo político.

Para usted, ¿se puede decir que la situación de Coalición en La Laguna está...?

En una fase de progreso, de demostración de que es un equipo compacto, renovado, tolerante y que, a pesar de todos los golpes e insultos que se han venido produciendo a lo largo de estos dos años de mandato, tenemos la capacidad de seguir respondiendo a las necesidades.

¿Cuál es su valoración del trabajo que el grupo de gobierno ha hecho en estos dos años?

Es el gobierno con menor número de responsables políticos del período de la democracia, y considero que la capacidad de este equipo de personas, así como la puesta en común de dos organizaciones y el trabajo realizado son satisfactorios.

¿Prevé algún cambio de responsabilidad, de áreas...?

No, inicialmente no.

¿Se puede decir que va cada día a peor la relación con la oposición, sobre todo con la de izquierdas?

Yo no voy ni peor ni mejor. Creo que la responsabilidad es de ambos, evidentemente. Soy una persona dialogante y que escucha, y lo suficiente analista como para decir que me he equivocado. Lo que pasa es que noto a la oposición de una forma estratégica; no está en un asunto de conciliar, de hacer análisis conjuntos de cuál es la solución, de cómo proyectamos este municipio... Están en la posición de que a CC hay que hundirla por donde sea. El objetivo es demonizar a Coalición permanentemente. Ha habido incapacidad de diálogo.

¿Cómo es su relación con Javier Abreu en la actualidad?

No tengo relación con él.

Desde la oposición han planteado durante años que la situación económica del ayuntamiento ha sido muy mala. ¿Qué lectura hace usted ahora mismo y cuáles son las perspectivas?

Tenemos un nivel de deuda que no nos impide ejecutar políticas de inversión. Este año ya he anunciado que la vamos a bajar y a dejarla en un 49%. ¿Me siento satisfecho? Sí. ¿Cuál es el nivel de deuda? De cada 1.000 euros que tenemos para gastar destinamos 40 a eso. Gestionamos bien durante los momentos de crecimiento, aunque la teoría de Santiago Pérez es: "Si tienes dinero, guarda para cuando no tengas". En esa realidad no hubiésemos hecho los centros deportivos y ciudadanos; no habríamos invertido y transformado los barrios.

¿Para cuándo el inicio de las obras del mercado?

Tengo la firme ilusión de que podamos empezar antes de finalizar el mandato. Ya están casi terminados los proyectos de la canalización del barranco.

Los vecinos de Las Chumberas pedían en mayo más agilidad con las obras. ¿Qué es lo que ha ocurrido?

El proyecto de Las Chumberas supone derribar una torre y construir otra, y eso significa que, individualmente, los propietarios tienen que firmar un acuerdo diciendo que ceden su vivienda a cambio de que se la repongan. No estamos parados. Vamos a convocar una asamblea de aquí a final de este mes. También estoy trabajando para la firma de la segunda fase.

¿La vieja terminal de guaguas la va a asumir al final el colectivo La Estación?

Hemos quedado en darles una respuesta. Están los técnicos determinando lo que costaría el arreglo y, a partir de ahí, veremos a qué se puede destinar.

La líder del PSOE, Mónica Martín, ha dicho que no ve lo de esa entidad...

Me lo ha comentado. Y hay que analizar claramente cuál es la finalidad de una infraestructura de esa importancia. Una de las demandas al Gobierno de Canarias es el centro de salud de atención especializada (CAE) de La Laguna, y le he pedido que con urgencia tome medidas para construir una instalación de ese tipo. A lo mejor uno de los sitios donde se podría plantear es allí. Y si eso es así, yo le daré prioridad a que tengamos un sitio decente donde los laguneros podamos ir para ser atendidos como nos merecemos en materia sanitaria.

¿Con la Mesa Mota hay alguna idea nueva?

No. Con la Mesa Mota está la desgracia de que hay ciudadanos que todavía no conciben que existe una cosa que es el bien común, que cuesta dinero. Es uno de los temas que esperemos arreglar con el Plan General de Ordenación (PGO) y que podamos darle más usos. Hay propuestas que están encima de la mesa. Es una infraestructuras que tenemos que usar, pero que cuenta con unas características muy especiales por dónde está ubicada y por el acceso.

¿En qué punto está el PGO?

En un punto casi de remate. Estamos reuniéndonos con entidades conforme a los compromisos que hemos adquirido, y espero que tengamos la capacidad de que esté pronto. Es necesario para el municipio. Antes de comenzar en el cargo pensé que podíamos terminar el diálogo antes, pero se ha dilatado algo más porque hemos recogido muchas sugerencias y ha habido que hacer bastantes cambios. Lo tendremos en 2019; espero que podamos aprobarlo a lo largo del próximo año. Tengo fechas, pero no me quiero lanzar, porque, si no, parece que lo importante no es el plan sino si acerté o no.

¿Qué opina de las críticas a la gestión patrimonial y, en especial, de las realizadas recientemente por Álvaro Santana?

Es como cuando vas al estadio y todos somos entrenadores. Hemos renovado la Comisión Municipal de Patrimonio, donde tenemos verdaderos expertos. La gestión es la que ha sido y se puede evaluar. Estoy totalmente satisfecho. Además, en este mandato vamos a recuperar espacios importantes para la ciudadanía. Después están aquellos a los que nunca les he oído algo positivo de patrimonio, pero que creo que tampoco son expertos. Prefiero escuchar a la gente que sabe.

¿Hay alguna idea para el Palacio de Nava que tenga más fuerza?

Hay ideas de museos, de centro de la universidad, un espacio turístico... Hay diferentes visiones.

¿Qué le ha parecido la "nueva" Catedral?

He estado diez días en otra ciudad Patrimonio de la Humanidad y los turistas pagan. No me parece mala idea, no estoy en contra. Es un criterio privado.

Hablando de la Iglesia... ¿Está a favor de la entrada de la mujer en la Esclavitud del Cristo?

Mi posición es evidente: creo en la igualdad y, por lo tanto, no tengo ningún tipo de discusión. Por las conversaciones que he mantenido con el esclavo mayor sé que ese era uno de los asuntos que anunció en su toma de posesión y que pidió que requería su proceso. Confío plenamente en la gestión de ese equipo de gobierno.

¿Qué queda por hacer destacado en estos dos años de mandato?

La vivienda, el bienestar social, el arreglo de las plazas... Y también retomar esa frase de "tomemos las calles", la convivencia en los espacios públicos.

¿Y después de esos dos años...?

Espero presentarle a la ciudadanía por qué fui candidato, cuál fue el programa electoral de gobierno de Coalición y los proyectos que vamos a tener como equipo. Después ya veremos lo que diga la formación.

¿Un mandato más o dos?

Cuando Fernando Clavijo me pidió que fuera en su equipo creía que iba a estar cuatro años. Después no pensaba que fuera a ser elegido candidato a la Alcaldía por mis compañeros, y, según la oposición, sería el breve, pero llevo dos años y la apariencia es que terminaremos el mandato. Tendré que analizar mi vida personal y el partido tendrá que decidir.

El lunes, o mañana para quien lea la entrevista, qué tiene previsto hacer: ¿ventorrillos de la plaza del Cristo o aparcamientos del antiguo mercado?

Seguramente vaya al aparcamiento del mercado... aparte de ir al ventorrillo; aquí hay tiempo para todo.

¿Cuál es su opinión del revuelo que se ha montado?

Con lo que me quedo es con la solución y, en este caso, con la respuesta de dos colectivos. Abubukaka tenía la libertad para hacer el concierto en el Cristo -eso no se pensaba modificar-, y ellos tomaron la decisión de ese acto generoso de cambiar. De la misma manera, la Esclavitud del Cristo podía haber optado por otro tipo de acciones y se decidió por una: aceptar el traslado y respetar esa libertad de expresión. Creo que eso es, en esencia, La Laguna: conjugar las diferentes realidades, ideologías...

¿Le gusta el grupo humorístico Abubukaka?

Me llevo bien con ellos y también con la Esclavitud del Cristo de La Laguna.

¿Qué le pareció la respuesta inicial de algunos colectivos religiosos y de la Iglesia?

Estamos en un límite un tanto complicado. Yo tengo mis creencias, mis posicionamientos éticos... Hablé con la Esclavitud y con Abubukaka y les planteé cuál era mi postura, pero no correspondía al alcalde adoptar una decisión sobre este tema porque ya la había tomado y ya estaba convocada la actuación.

¿Con cuánta gente se acabó reuniendo?

Con la necesaria. Yo soy un hombre de consenso, de buscar conciliaciones. Pero vuelvo a decir que el valor está en la compañía Abubukaka y en la Esclavitud del Cristo de La Laguna, porque han dado un toque de atención ético y moral a mucha gente al tener, por las dos partes, la humildad de apostar por esa decisión. Ha sido una actuación de "lagunerismo" que quiero reconocer públicamente.