La décima Subida a Las Mercedes no podrá celebrarse los próximos 23 y 24 de septiembre; ni previsiblemente en el futuro. Tampoco parece probable que el Parque Rural de Anaga acoja otras pruebas automovilísticas. Esa es la conclusión que se extrae del informe elaborado por el área insular de Medio Ambiente, con fecha del pasado lunes, para transmitir la decisión adoptada finalmente a los organizadores del rally.

El texto, al que ha tenido acceso este periódico, acude a un acuerdo del Patronato Insular de Espacios Naturales de Tenerife y rechaza de plano la Subida, oponiéndose a una serie de efectos que son consustanciales al desarrollo de carreras de este tipo -la acumulación de personas, el ruido o el corte de vías, entre otros-, lo que, a menos que se produjese un cambio de criterio posterior, cierra la puerta a estas citas en la zona.

Medio Ambiente recuerda en el documento que ese patronato tinerfeño fijó en un pleno de junio de 2001 que "con carácter general" no se autorizarían pruebas de motor que tengan lugar dentro de parques rurales, lo que fue endurecido en sus detalles en otra sesión de julio de 2002.

"La celebración de esta prueba en el monte de Las Mercedes conlleva la concentración de un número elevado de personas a lo largo del recorrido, que discurre en su mayor parte por una zona boscosa de gran valor natural, lo que acarrea una serie de impactos sobre el medio relacionados con la generación de ruido, el abandono de residuos o la afección a la vegetación en el entorno de las vías utilizadas", se recoge en el escrito, antes de pasar a desglosar otros daños previsibles, sobre los que empieza señalando lo negativo para el entorno natural de la acumulación de un número elevado de personas y coches en torno a la carretera.

"El estacionamiento de vehículos en zonas no habilitadas acarrea daños sobre la vegetación mediante la rotura y arranque de plantas y muerte de insectos que habitan el suelo, y, por otra parte, produce alteración del suelo favoreciendo la erosión en estos puntos, además de posibles vertidos de productos contaminantes como aceites y otros", se indica uno de los puntos. "Se genera un volumen de residuos importante en torno a la carretera. El impacto de los residuos no se limita solo al paisaje, sino que afecta igualmente a la fauna. El abandono de latas y botellas con líquido perjudica tanto a insectos como a reptiles, por cuanto en el medio actúan a modo de pequeñas nasas: los animales entran y, al no poder salir, permanecen hasta que mueren", se añade.

La "elevada contaminación acústica" negativa para la fauna y especialmente para las aves, unos cortes viarios que producirían un "trastorno" o la imposibilidad de que puedan acceder visitantes son otros de los argumentos esgrimidos por la Consejería tinerfeña de Medio Ambiente, que también aprovecha el informe para poner de relieve la condición del Parque de Anaga como Reserva Mundial de la Biosfera.