Me acabo de enterar del fallecimiento del pintor tinerfeño Pedro González, que ha sido para muchos uno de los pintores más importantes de Canarias y, sin lugar a dudas, del volátil mercado del arte.

Conocí a Pedro González en su etapa de alcalde de San Cristóbal de La Laguna. Se presentó como Independiente en las listas del PSOE. Esa época coincidió con mis estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Laguna. Era compañero de su hijo Pedro y con otros estudiantes de Leyes pasábamos muchísimas horas en su preciosa casa de Fuente Cañizares. En las épocas de exámenes prácticamente la invadíamos durante días, convirtiéndonos en parte de su familia con las siempre entusiastas atenciones de su mujer, Chicha Zerolo, y de sus hijos. Estudiábamos Derecho, pero también compartíamos tertulias culturales de todo tipo. En el salón había un cuadro que siempre me gustó: no sé cuál era su título, yo lo llamaba El Cardenal y me impresionaba la vigorosidad del color púrpura y siempre le decía a Pedro González que me veía representado en su oronda personalidad.

Pedro González, pintor abstracto, señala en su autobiografía que "es en la pintura abstracta donde entiendo que se inicia todo un mundo que se va desarrollando casi como una necesidad biológica, donde el movimiento, la composición, el color, la línea, son los que, en realidad, parece que me van pidiendo diferentes situaciones y determinadas concreciones e, incluso, un sentido dramático que van a llevar mi pintura por diferentes etapas".

Tampoco podemos olvidar en Pedro González su gran labor pedagógica. Sus alumnos de la primera promoción de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna destacan su predilección por Courbety por Corot, el aprender a dibujar el color de una manera sobria, con unos colores concretos, que aprendían a hacer retratos al natural, y del aprendizaje siempre primero del hueso. También destacan que iba siempre impecablemente vestido y que con el ligero toque de su dedo en el roce del cuadro de los alumnos indicaba por dónde debía de continuar la pintura. De esa primera promoción cabe destacar a los importantes pintores canarios Juan Gopar, Carmen Cólogan y Ángela Garma, entre otros.

Pedro González, además fue reconocido con los mejores premios existentes en Canarias. También ocupó la Presidencia de la Real Academia Canaria de Bellas Artes y fue Premio Canarias de Bellas Artes e Interpretación, por citar sólo las más importantes, dentro de una pléyade de galardones.

Pedro González tuvo como Maestros a Mariano de Cossío y a Pedro de Guezala. Fundador del trascendental grupo Nuestro Arte para Canarias, Pedro González es un pintor total. Tiene su trabajo pictórico varias etapas, y la crítica de arte es unánime en considerar el período de Cosmoarte como la más relevante. Sin embargo, no debemos olvidarnos de sus comienzos en Venezuela, la serie Icerse, sus retratos, su serie sobre naturaleza muerta...

Siempre que asistía a una nueva exposición de Pedro González me entusiasmaba. Especialmente emotiva fue la dedicada al drama de la inmigración hace unos años. También de su última etapa lo son sus cuadros con un caballo azul que me recuerdan al pintor expresionista alemán Emil Nolde.

González se mostraba devoto de aquellos artistas que prefieren en el cuadro un mundo conmovido donde aparecen ciertos desequilibrios estables como las espirales de Rubens, o de un Van Gogh, el sensualismo de un Appel... Aunque siempre expresó su devoción hacia Velázquez desde que contempló sus pinturas por primera vez en el Museo del Prado.

Pedro González, en definitiva, un pintor total.

* Presidente de TuSantaCruz