Un portavoz de los vecinos que reclaman información de la planta de biomasa instalada a la entrada de La Esperanza registró ayer sendos escritos en el Ayuntamiento de El Rosario y el Cabildo de Tenerife, en los que exigen a ambas administraciones que den cumplida información sobre la citada instalación.

Además, hizo entrega en ambas administraciones de las firmas recogidas durante los últimos días entre residentes de la zona (La Cañada, El Hornillo y Montaña el Aire), 55, que respaldan esta solicitud.

José Manuel Gil, elegido como portavoz vecinal al ser el residente con más años viviendo en la zona, 35, expuso ayer la preocupación que existe por las posibles consecuencias que puede traer consigo la actividad de la planta de compost.

Propietario de una finca de viña y aguacates, además del colmenar de su hijo, Gil advirtió de que esta acumulación de residuos de podas y otros elementos puede traer "infecciones" y plagas, como la mosca blanca o la araña roja, a las plantaciones cercanas.

Todo ello al margen del ruido que generarían las máquinas trituradoras, el polvo y el mal olor, que sería constante tanto si el viento sopla de norte como si lo hace de sur, advierte José Manuel Gil, quien asegura que las mismas máquinas que se pretenden usar ahora en La Cañada ya fueron retiradas, precisamente por las molestias que generaban, de otra zona cercana al aeropuerto de Los Rodeos.

"No estamos en contra de que se recicle, pero hay otros sitios más alejados y no cerca de un pueblo", sostiene Gil, quien se pregunta por qué cada ayuntamiento no gestiona los residuos de sus podas.

IR-Verdes duda de la legalidad de la planta

Escolástico Gil, portavoz de IR-Verdes, dijo ayer que "duda" de la legalidad de la planta de biomasa que autorizó el gobierno local a la entrada del municipio, en la esquina del camino de la Cañada. Asimismo, exigió una explicación "seria" a los vecinos directamente afectados, y al resto de los ciudadanos de El Rosario. El concejal anunció que su grupo seguirá defendiendo a los vecinos, como ha hecho desde el principio de este nuevo conflicto abierto "de forma inexplicable" por el gobierno local. El portavoz anunció que no descarta tomar medidas políticas "o de otro índole", hasta llegar a conocer los motivos que han llevado al gobierno a autorizar esta "aberración", que puede tener consecuencias para los cultivos de la zona, al margen del impacto visual a los ciudadanos. Gil exigió, además, explicaciones a la Consejería insular de Medio Ambiente, que también emitió un informe favorable a la instalación de la citada planta.