La ciudad de La Laguna celebró ayer la Noche de los Burros, acto que cada año coge mayor relevancia y que fue organizado por la Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate) con la colaboración de la Sociedad Cooperativa del Campo La Candelaria y el Ayuntamiento de La Laguna.

Si bien desde que se creó este acto, cada año se reconoce a un animal canario, como ha sido el caso de la oveja pelibuey, el perro pastor garafiano o la gallina jabada, este año se ha querido rendir homenaje a la Vega lagunera por estar amenazado su valor por la redacción del nuevo PGO.

El acto comenzó a las 20:00 horas, en la plaza del Adelantado, con una conferencia del profesor e investigador Manuel Lorenzo Perera sobre los valores de la Vega de Aguere.

Acto seguido, los más de 70 burros, adultos y jóvenes, partieron en una romería, con carritos, parrandas y romeros obsequiando a la gente con vino y productos de la tierra. El típico desfile recorrió el casco histórico y concluyó en la plaza de San Benito.

Este año no se repartió al público una chapa alusiva a la Noche de los Burros, sino una fotografía de una vista de la Vega lagunera del año 1946.

El presidente de Agate, Pedro Molina, siempre ha destacado que "el burro es un compañero fiel, tierno y leal al que hay que proteger, y ha jugado un papel relevante al arar, trillar o tirar del carro".

La referencia más antigua encontrada del burro en Tenerife data de 1522, en que un ejemplar se vendió en 30 reales.

Este año se reconoció a La Vega, como dijo Pedro Molina, para que el PGO la respete y el municipio donde se ubica por ser el de mayor importancia agropecuaria de Tenerife.