El alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, ha entrado a formar parte de la comisión de seguimiento de las obras de la Catedral por decisión del Obispado de Tenerife, a pesar de que el Gobierno central no tenía previsto que el máximo mandatario lagunero tuviera representación.

El Obispado lo que ha hecho es que en lugar de tener dos representantes en la citada comisión de seguimiento por parte de la Iglesia, esté el deán Julián de Armas y el alcalde, Fernando Clavijo.

La comisión la integrarán, además, tres representantes del Gobierno central.

El alcalde, Fernando Clavijo, ha manifestado que "el hecho de que el Obispado me haya elegido como representante para seguir las obras de la Catedral me llena de orgullo y al mismo tiempo es una gran responsabilidad que asumo con mucho agrado, sobre todo porque estamos hablando de un templo que es uno de nuestros edificios religiosos más emblemáticos".

La decisión del Obispado, como explicó Clavijo, "significa que hay una sintonía entre la Iglesia y las administraciones, en este caso el ayuntamiento que presido".

El papel que tendrá que jugar el alcalde de La Laguna será "velar por los intereses del Obispado, el municipio y que se ejecuten las obras que están pendientes para acabar la Catedral con la mayor rapidez posible y las mejores garantías técnicas".

Clavijo reiteró que "la verdad es que nunca entendimos los motivos por los que nuestra Catedral es la única de España que permanece cerrada". Añadió que ahora más que mirar hacia atrás hay que "centrarnos en que el templo tenga su nuevo techo de bóvedas y cúpula central y pueda abrir sus puertas lo antes posible".

Argumentó que el cierre de la Catedral ha repercutido, en primer término y de forma negativa, en la sociedad lagunera, que ha tenido que asistir a funciones religiosas en otros templos de los que nunca fueron parroquianos.

En segundo lugar se refirió a que el cierre del templo "ha influido negativamente en la organización y celebración de la Semana Santa y, también importante, en los turistas, que a lo largo de los años no han podido ver una Catedral por la que preguntaban siempre, buscándola con sus guías, y recibiendo siempre la respuesta de que estaba cerrada. Aunque difícil era para los laguneros decir el motivo, porque no se trataba de que estuviera en obras, sino todo lo contrario, es decir, que estaba pendiente de unos trabajos que nunca llegaban".

Haciendo un recorrido histórico, y con respecto al 14 octubre de 2010, en que se abría una luz de esperanza para el templo, el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, en sus primeras declaraciones, dijo que "me voy a manifestar con cautela porque la solicitud hecha al Estado de garantizar la financiación del total de las obras de restauración de la Catedral de La Laguna para poderla financiar no está contemplada en el borrador del convenio que analizamos".

Destacó que prefería que actuara el asesor jurídico del Obispado junto con la Abogacía del Estado, y que fueran ellos quienes solucionaran los problemas técnicos.

Clavijo siempre ha mantenido el talante y ha recurrido poco a la crítica, como cuando el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura, José Jiménez, anunció que la cubierta de la Catedral de La Laguna sería sustituida por una nueva estructura de hormigón, día en que agradeció "el cambio de actitud" del Ministerio de Cultura respecto a este proyecto y la "sensibilidad" que ha demostrado el director general de Bellas Artes.