La Gerencia de Urbanismo de La Laguna ha abierto este año dos expedientes contra el local nocturno situado en el número 4 de la calle Obispo Pérez Cáceres por incumplir el horario fijado en su licencia y para que corrija las vibraciones y el ruido de su música, para la que carece de permiso. Fuentes del gobierno local indicaron a EL DÍA que la sanción a la que se expone la empresa que explota el establecimiento alcanza los 18.000 euros y contempla también el cierre por tres meses.

Con estos expedientes, el consistorio fija un punto de inflexión en una polémica que surge desde 2004, cuando los vecinos de la zona, especialmente los que viven encima del local, denunciaron la situación ante Urbanismo. En aquel momento, el pub respondía al nombre de "Clímax", si bien cambió hace meses y ahora se denomina "L''Appartomento".

Roberto Siverio vive justo encima junto a su compañera sentimental y su hija de 12 años desde 2005. En este tiempo, su desesperación por las vibraciones y el ruido, tanto de la música como por fuera del pub, ha ido aumentando y agravándose hasta el punto de que le achacaron el infarto de miocardio que sufrió el 16 de febrero de 2009 a sus 38 años al estrés, del que él culpa expresamente a una situación que le impide dormir los jueves, viernes y sábados hasta las 3.30 horas, cuando cierra.

Según subraya, y aparte de su familia y el resto de dueños e inquilinos de la comunidad Tutti Fruti, a la que pertenece el pub, muchos otros residentes se quejan de los ruidos durante esos días por un negocio "cuya licencia es para bar y que no puede tener música". En su caso, la desesperación le ha llevado a irse muchos días a otro sitio o a "refugiarse" en el sillón del cuarto donde menos se escucha la música, en su mayoría de tipo Dance y dirigida a jóvenes de poca edad. En estos años, Roberto y otros familiares han denunciado los hechos ante Urbanismo, la Policía local y, el pasado 7 de febrero, en el juzgado número 1 de La Laguna, ya que confía en que se utilice la vía penal y se aplique la reciente sentencia del Tribunal Supremo que condenó a la dueña de un pub de Barcelona a 5 años y 6 meses de prisión, así como a una multa de 11.250 euros por un delito contra el medio ambiente por daños psíquicos (insomnio, estrés y depresión en los vecinos).

El dueño del local, Fernando Santana, desconocía ayer los expedientes, si bien subrayó que el establecimiento "cumple las normas de Urbanismo y las homologaciones". EL DÍA intentó, sin éxito, contactar con la empresa explotadora.