Antonio Enrique Pérez desveló que durante 19 años comió en contenedores de basura de los que están ubicados por fuera de los supermercados y gracias a la caridad de determinados vecinos. Añadió que "he llegado a pasar hambre" y como él hay muchas personas más en un municipio que, como precisó, "tiene un sector de pobreza importante que el ayuntamiento pasa por alto o desconoce".

La situación de este ciudadano se remonta a1989, en que vivía en una vivienda del Polígono Padre Anchieta, año en que se quedó en paro, situación en la que estuvo hasta 2008. En este año las Oficinas de Empleo le dieron un trabajo pero sólo por un año, al final del cual se quedó sin empleo, aunque, a pesar de lo que ha pasado, no está dispuesto a rendirse, por lo que se ha apuntado de nuevo para trabajar porque lo necesita mucho.

Dijo que entre 1989 y 2008 dormía en la calle y que cuando tenía suerte, en un rincón de un salón de un amigo. La manera de alimentarse la describe de forma muy trágica, aunque la afronta hasta con una sonrisa: "Mire, como he pasado mucha hambre, tuve que recurrir a la comida de los contenedores de basura, pero de los supermercados, donde no se crea usted, se suele encontrar comida nada mala, sobre todo en lo que respecta a los yogures".

Para los Servicios Municipales del Ayuntamiento de La Laguna no tuvo sino duras críticas, poniendo como ejemplo el hecho de que lo único que ha recibido de dicho servicio de ayuda a los necesitados fue tres bonos de Cáritas de 15 euros para cada mes. Explicó que con 15 euros compraba leche y gofio que, bien administrados, le daban para llevarse un alimento más a la boca.

Criticó duramente a los Servicios Sociales Municipales "porque desconocen la realidad de la pobreza del municipio, dan ayudas a dedo y a mí siempre me marginaron y hasta me vejaron a la hora de pedir una casa, comida o un puesto de trabajo".

La situación de Antonio Enrique Pérez empeora porque, según el informe médico de la Seguridad Social, presenta una minusvalía del 65% y "padece diabetes con afección de órganos e infarto de miocardio agudo con afectación de dos vasos". Así fue certificado el 29 de enero de 2010.

El peso de los impuestos

Pero es que este ciudadano tiene todavía más problemas, y es que, al no tener trabajo, su mujer se separó de él y la Justicia, mediante sentencia, atribuye "el uso del que fuera hogar conyugal a la esposa".

Lo que pasó es que, estando en la calle, el Ayuntamiento de La Laguna le pide que pague la factura de la basura de una casa que disfruta su mujer: "Considero que no debo afrontar ningún gasto no sólo porque se me echó de ella, sino porque tengo una minusvalía del 65%".

Dado que no le daban trabajo en el ayuntamiento y no le creían que no recibía dinero de ningún organismo oficial, presentó un certificado del Ministerio de Trabajo del 11 de marzo de 2004 que dice lo siguiente: "Según la información existente en el Registro de Prestaciones Sociales Públicas, Antonio Pérez no figura como titular de pensiones del Sistema Social ni de otras pensiones públicas".

Concejala desinformada

Este ciudadano afirma que "la concejal de Servicios Sociales, Blanca Pérez, no conoce o no quiere conocer los problemas de pobreza que existen en su municipio, pues no es verdad lo que dice de que no hay pobres viviendo en las calles. Los hay y muchos, y si no sabe dónde están, que los busque o les haga caso cuando le piden ayuda. Y que sepa y no olvide que muchos estamos pasando hambre en esta ciudad que tanto alardea de ser Patrimonio de la Humanidad".

El único momento de calidad de vida lo tuvo Antonio Pérez en el año 2008 con el trabajo que le dio el Servicio de Empleo y luego el paro que cobró hasta hace poco tiempo. Ahora lo que ha hecho es volver a apuntarse en las Oficinas de Empleo, y, como dijo, "no pierdo la esperanza de que me den un trabajo.

La concejal de Asuntos Sociales, Blanca Pérez, manifestó que consultaría hoy el expediente de este ciudadano para poder hablar del caso.