Willy Barroso atendió a los medios cariacontecido al final de un encuentro en el que su equipo pasó de la decepción a la esperanza para acabar otra vez abatido. Este 2-3 es un resultado que duele especialmente y que puede dejar otras secuelas, por eso el técnico marinista se apresuró a decir que no quiere "hablar de los arbitrajes. Nos está perjudicando que estemos pendientes de ellos; no quiero que el grupo crea que es siempre una excusa. Ustedes valoren y ya está".

Barroso analizó que su equipo hizo una mala primera parte: "No te salen las cosas, hay ansiedad, pero no tenemos ni siquiera la fortuna de que el balón entre cuando tiene que entrar y luego nos hacen el 0-1. Empezamos la segunda parte bastante bien y nos marcaron el 0-2. Tiramos de heroica, pudimos empatar y creo que hubiera sido justo el empate".

El técnico sureño reparó en detalles que al final resultaron decisivos para la derrota, "desde la primera parte estábamos haciendo un desgaste y la expulsión de Balduino nos perjudicó en ese momento. Aún así empatamos 10 para 10. Luego no supimos, aún haciendo un esfuerzo grande, no tuvimos la tranquilidad para amarrar el punto y pecamos de optimismo y de heroica y de no saber leer el partido".

La racha y la secuencia de la escasa fortuna en estas cinco jornadas empieza a pesar en el ánimo de un equipo que no tiene nada a favor. "Tengo ganas -dijo Willy-, de que un partido se nos ponga de cara y que los jugadores tengan esa confianza de que pueden ganar. Pasan jornada tras jornada y ves que no te impones y es difícil. Solo podemos trabajar, intentar corregir errores, aunque el once que sale al campo es para ganar y para dominar. Pero igual el equipo debe conformarse con otra cosa. Yo intento ganar dominando, pero estamos pagando los errores".

Finalmente, el entrenador marinista se animó a si mismo pensando en el futuro inmediato, que no trae partidos menos complicados precisamente: "Estamos tocados todos, creo que el equipo ha hecho un esfuerzo para empatar, pero mañana estaremos bien y pensando en el Oviedo". Llega la visita al Carlos Tartiere. Más difícil todavía.