Tras afianzarse en solitario en lo alto de la ACB, en la que el Barça ya ha quedado como único líder al aprovechar el tropiezo del Madrid, el conjunto de Xavi Pascual tiene mañana una oportunidad para sentenciar la primera plaza de la Euroliga si vence en la pista del Montepaschi (20.45 horas).

La diferencia entre ambos equipos, a falta de dos jornadas para que finalice la fase de grupos y arranque el Top-16, es de dos victorias, por lo que al Barça sólo le queda ganar en Italia, aunque en caso de tropiezo y por la diferencia de puntos, aún tendría una última ocasión en el Palau Blaugrana contra el Galatasary.

El Barcelona está invicto en la fase de grupos, tras ocho jornadas en las que ha tenido algunos partidos muy cómodos, aunque otros, como el último en el Palau contra el Unics, más complicados.

En todos ellos el equipo catalán ha combinado lo mejor y más espléndido de su juego con la tenacidad y pundonor cuando el tiro ha fallado en los jugadores más acertados.

En Italia, el Barcelona tendrá a uno de los rivales más duros del grupo, aunque en el partido en el Palau el conjunto catalán saldó su compromiso con victoria, tras un partido muy completo.

La pista del Montepaschi no es de las más propicias para el equipo azulgrana, que en las últimas cuatro visitas ha perdido en tres partidos, como en el de la temporada pasada, cuando cayó por 76-67.

No obstante, el conjunto catalán ha demostrado que esta temporada ha sabido batirse contra los elementos, tanto del rival como las propias limitaciones del equipo. No en vano, desde que arrancó la temporada, sólo ha perdido un partido, en Sevilla.

El estado de gracia del conjunto catalán pasará mañana el gran examen de la fase de grupos, contra un rival que sólo ha perdido un partido en casa, precisamente frente al rocoso Unics Kazan, contra el cual en Barcelona la semana pasada sudó para encarrilar una victoria que enderezó en el último cuarto.

El Barcelona ha viajado a Italia con todos sus efectivos. La misión es la victoria, pero para ello, además de volver a jugar a un gran nivel, deberán reducir al máximo el acierto del alero estadounidense Bo Mccalebb, el terror del Montepaschi en la canasta rival. Es uno de los máximos anotadores de la competición y prueba de ello la dejó en el Palau, donde anotó 20 puntos.