Aitor Núñez se ha convertido en un fijo en el once del Rayo Vallecano B. El lateral ha encontrado muy cerca de su casa, lo que durante dos temporada estuvo buscando en el Tenerife: minutos de juego. Casi tres meses después de su desvinculación, vuelve a la Isla como rival de un Tenerife del que, pese a todo, habla con cariño.
¿Hasta qué punto le resulta especial volver?
Me hace muchísima ilusión. Tengo grandes amigos ahí que ya me han estado llamando. Lo tengo marcado en el calendario desde hace tiempo. Además conozco a muchos y al míster porque estuve unas semanas entrenando con ellos en verano. Es un gran aliciente para mí enfrentarme al Tenerife.
Por lo tanto, esta semana contará todo lo que sabe del Tenerife al resto del vestuario y al míster, ¿no?
Bueno. En las dos semanas que estuve solo me dio tiempo a conocer a los compañeros y al cuerpo técnico, pero no mucho. Lo que sí conozco es cómo funciona la entidad.
Han dicho todos los rivales que han pasado por el Heliodoro hasta ahora, que solo el escenario les motiva, ¿nota que a sus compañeros también?
Sí. El Tenerife es, sin lugar a duda, el equipo con más historia y entidad del grupo. Además, su estadio es el más grande del grupo, un recinto de Primera en el que siempre hay buen ambiente es muy motivante. Creo que ahora mismo es la visita más bonita que hay en este grupo.
Y si a eso le añadimos que vienen de ganarle al Castilla, ...
El partido se ve de otro modo. Gracias a esa victoria hemos recuperado el ánimo porque empezamos muy bien la Liga, estábamos incluso en puestos de "play-off", pero perdimos algunos partidos y estábamos bajos de moral. Ahora con estos tres puntos hemos cambiado. Tenemos muchas ganas de afrontar el partido del domingo.
¿Cómo es el Rayo B?
Somos un equipo que no tiene miedo, tenemos descaro y jugamos de una forma desinhibida. Sabemos que somos un rival que no cuenta para el ascenso, pero ya hemos ganado partidos complicados esta temporada, incluso fuera de nuestra casa. Así que no vemos que nada sea imposible.
Y del Tenerife, ¿qué espera?
Sabemos que está muy fuerte en el estadio, que es donde está dando su mejor versión, ha ganado tres partidos y ha empatado uno. Aunque últimamente perdió un partido y empató otro, es el principal favorito. Nosotros vamos a tratar de dar la sorpresa. Yo, además, sé de la exigencia que tiene por ganar sea contra quien sea siempre, pero más si juega en el Heliodoro porque está hecho para ganar. Y no ha salido de los puestos de "play-off". Aunque también es verdad que tiene la exigencia de quedar primero para que el camino sea más corto y ese es un objetivo más difícil de conseguir porque hay muchos equipos fuertes en este grupo.
En lo personal, ¿ha encontrado en el Rayo lo que buscaba?
Sí. Con partidos como el del Castilla acabo pensando que lo mejor para un futbolista es jugar, independientemente de la categoría. Estoy contento. Aquí desde el primer momento el míster confió en mí y estoy jugando con regularidad. Después de esos años en Tenerife en los que el fútbol se ha olvidado un poquito de mí porque no he estado en el escaparate, he llegado a una Liga como ésta, gracias a un filial en el que estamos haciendo las cosas bastante bien y me siento muy contento. Creo que esta experiencia me beneficiará.
¿Cree que las dos temporadas en la Isla paralizaron su carrera?
Sí y no. He aprendido mucho de todos los profesionales en la Isla. Es más estoy convencido de que del Aitor que llegó a la Isla procedente del Atlético de Madrid B al que soy ahora va un mundo. He mejorado en muchos aspectos. Pero también es verdad que un futbolista que no juega no puede aspirar a seguir creciendo.
Siendo así, al final de la pasada temporada ¿se planteó en alguna ocasión la posibilidad de quedarse en el Tenerife?
Sabía que tras dos años casi sin jugar, me tocaba hacerlo. Además, con el descenso a Segunda B, una categoría que conozco perfectamente, se podría haber dado la opción de que el Tenerife hubiera querido contar conmigo. Y me lo hubiera planteado. Pero desde el primer momento en el club no me dieron otra opción que rescindir.