El nuevo seleccionador chino, el español José Antonio Camacho, se ha centrado, en sus primeros días al frente del combinado asiático, en las jugadas de estrategia y el remate de cara al primer partido clasificatorio para el Mundial de 2014, que China jugará frente a Singapur el próximo 2 de septiembre.

A pesar de que China no debería pasar demasiados apuros ante los singapurenses, clasificados por tercera vez en su historia para esta fase, Camacho quiere fijar conceptos en los pocos días de que dispone antes del debut, por lo que también ha planificado diferentes sesiones de vídeo para estudiar al rival.

Aunque las primeras impresiones fueron positivas, tanto el de Cieza como sus asistentes, Carcelén, Gallego y Gaspar, vieron que aún queda mucho trabajo por delante cuando, en un ejercicio de disparo a puerta, sus jugadores no fueron capaces de convertir ni una sola de las ocasiones de que dispusieron.

En cuanto a los nombres propios, Gao Lin, delantero del Guangzhou Evergrande, líder de la competición doméstica, continúa lesionado y de no llegar al partido de Singapur su lugar lo ocupará el punta Zhang Zhao, jugador del Changchung Yatai.

Desde la Asociación China de Fútbol valoran positivamente la labor desempeñada hasta ahora por Camacho y fuentes de la misma aseguraron que esperan que estos avances "den sus frutos en el partido de Singapur y permitan mejorar al equipo en el futuro".

Además, la llegada del murciano al conjunto nacional ha generado ilusión entre la afición, que se acerca a los entrenamientos a pesar de la habitual lluvia, y entre los directivos de la Asociación, quienes ven con frecuencia las evoluciones de su selección.

El de Cieza debutará el día 2 en el partido inaugural de la primera fase clasificatorio para el Mundial de Brasil 2014, donde se medirá a Singapur, selección que empató a cero ayer en un amistoso contra Tailandia y que ha mostrado sus reservas por tener que jugar a los 1.900 metros de altitud de la meridional ciudad de Kunming.