A falta de la confirmación oficial del Tenerife, Julio Álvarez ha dejado de pertenecer al club, al que llegó el verano pasado y con el que tenía contrato hasta junio de 2013. Sin el centrocampista en su plantilla, la entidad se libera de la mayor carga que soportaba por conceptos de sueldo y ficha, y se queda con solo tres negociaciones por resolver con jugadores que no cuentan para el nuevo proyecto por razones económicas. Tras las bajas de Ricardo, Nino, Juanlu, Aitor Núñez, Melli, Natalio y Álvarez, quedan pendientes las desvinculaciones de los laterales Beranger y Bellvís y del volante Hidalgo, el único sobre el que rondaba la duda sobre un posible pacto para que continuara en el equipo. En cambio, el catalán tampoco tiene sitio en el Tenerife de la 2011/2012.

Como el resto de futbolistas descartados tras el descenso a Se-gunda B, Julio supo que tenía que buscarse un nuevo destino incluso antes de que terminara la pasada Liga. Primero se lo comunicó el anterior director deportivo, Juanjo Lorenzo, y más tarde se lo confirmó su sustituto, Pedro Cordero. Sin avances en las conversaciones, el hispano-venezolano fue incluido en el expediente de regulación de empleo que puso en marcha el Tenerife el pasado 29 de junio. Nada de esto forzó la marcha del exfutbolista del Real Mallorca del representativo. De hecho, Julio trabajó como uno más en los entrenamientos y llegó a participar en algunos encuentros amistosos.

Y a falta de doce días para el inicio de la Liga, al fin se desbloqueó la salida del jugador. Los indicios de que la rescisión del contrato es-taba cercana aparecieron en la práctica que realizó el Tenerife en El Mundialito ayer por la mañana. Álvarez no salió al campo con el resto del equipo, levantando así las sospechas de que su despedida no iba a tardar en producirse. Y así fue. En pleno entrenamiento, Julio salió de la zona de vestuarios con ropa de calle y se aproximó a la cancha para conversar unos instantes con Calderón. Acto seguido, entró en su coche acompañado por Pedro Cordero y abandonó las instalaciones deportivas de Ofra.

Luego, a media tarde se presentó en las oficinas del club, situadas en el Callejón del Combate, con la idea de firmar su finiquito, aceptando no cobrar nada de las años que le quedaban en el Tenerife.

En su único curso como blanquiazul, Álvarez, que fue fichado a petición del entrenador Gonzalo Arconada, tuvo un balance de treinta partidos de Liga y uno de Copa del Rey jugados, tres goles, una tarjeta roja y nueve asistencias, siete de ellas a balón parado.

Con este capítulo cerrado, en breve se descubrirá el nuevo destino de Julio, que necesitaba asegurarse su fichaje por otro club antes de romper con el Tenerife. El Numancia ha querido recuperarlo tras los buenos resultado que le dio en los ejercicios 2006/07 y 07/08.