Las obligaciones del Tenerife en lo que queda hasta el final están relacionadas con el grado de dignidad del que revista su descenso. Lo decente es que cuando le llegue su hora, el equipo tenga tan pocas cosas que reprocharse como en este partido. Ayer encontró el triunfo cuando más lejos estaba de conseguirlo, pero fue un premio merecido a su buen primer tiempo y a la decencia con la que pasó el mal trago de jugar ante un rival que llevaba meses sin perder y en medio de un entorno crispado.

Bien puesto.- En la primera parte, los de David fueron mejores, ajustaron muy bien su presión, redujeron bastante el espacio en el que ahogaron al rival y tuvieron la decisión de defender hacia delante. Mikel llenó mucho espacio por dentro y Ricardo manejó la pelota con sentido. Los cambios de orientación abrieron vías de llegada y así, Antonio pudo marcar en varias acciones (5'', 14'', sin portero, y 19''), de la misma forma que lo intentó Nino (23''). El Recre solo apareció en dos acciones en las que creó superioridad en el sector de Bellvís, pero Juan Villar falló en ambas, primero porque Sergio tapó su disparo (35'') y luego porque echó fuera un balón muy claro ante el meta local (42'').

Sergio salvador.- Después del descanso el Tenerife fue perdiendo consistencia en la zona media y el Recre tuvo más claridad en la salida hacia el área de Sergio. Además, Ríos puso en acción a jugadores más rápidos, como Aarón y Fidel, y el partido pareció inclinarse del lado andaluz. Cuando Mikel perdió fuelle ellos tuvieron más espacios para dar el pase de contragolpe y pudieron sentenciar. Manolo Martínez remató al travesaño (4''), Aarón y Dani se plantaron solos ante Sergio, que en un esfuerzo prodigioso evitó el gol casi de milagro (16'') y luego el propio Sergio detuvo un remate franco de Dani (18''). Comoquiera que el equipo caía, tal vez por cansancio, David metió a Kitoko y equilibrio la zona media. Ya no hubo más opciones para el Recre.

Lo abrió Germán.- El canterano había entrado por Dubarbier y se había colocado en la zona izquierda. Le costó encontrar su jugada, pero apareció cuando quedaban solo dos minutos, tras un pase en su distancia buena. De su valentía y su zancada, dos características muy presentes siempre en su juego, surgió el penalty con el que el Tenerife encontró la victoria, ya al final, en uno de los momentos más bajos del equipo en el partido, cuando ya nadie la esperaba. tardía, sin brillo, pero balsámica y justa, porque premia la seriedad y la actitud con la que el equipo se tomó un partido muy desagradable de jugar.