El Cabildo de Gran Canaria no se siente responsable del incendio ocurrido en la isla en 2007 y defenderá esta posición "con uñas y dientes", según ha manifestado hoy su presidente, José Miguel Pérez.

El presidente del Cabildo señaló que el único responsable es la persona que está imputada por estos hechos, el vigilante forestal que trabajaba contratado por una empresa del Gobierno canario, Gesplan, si bien aclaró que tampoco quiere decir que él considere "culpable" a este empresa y recordó que esta tarea fue encomendada a Gesplan por el gobierno anterior.

Pérez hizo estas declaraciones al ser preguntado en una rueda de prensa por la decisión de la Fiscalía de considerar responsable subsidiario a Gesplan y al Cabildo del incendio por el que fija el pago de más de 17 millones de euros de indemnizaciones.

Así mismo, Pérez distinguió por una parte el derecho de las personas afectadas a ser indemnizadas y, de otra, la imputación de esa responsabilidad al bolsillo de los ciudadanos, sobre lo que desde el Cabildo se defenderá que "no es culpable que un individuo fuera del horario laboral" ocasionara el fuego.

La defensa de la corporación insular tiene "muy claro" que el responsable del incendio no es el Cabildo, porque si así fuera el bolsillo de los ciudadanos tendría que responder "ante cualquier responsable de cualquier entidad pública que hiciera cualquier desaguisado fuera de su horario laboral".

El incendio, que afectó a más de 19.000 hectáreas, supuso la mayor tragedia medioambiental producida en Canarias no sólo por afectar a una superficie de considerable importancia sino por alterar específicamente las condiciones de vida animal y vegetal, afectando a un Espacio Natural Protegido.

El fuego fue provocado el 27 de julio de 2007 por un trabajador de GESPLAN que más tarde confesó que lo hizo con la intención de prolongar su contrato laboral y para quien el fiscal pide 16 años de prisión.