Las más importantes voces del sector euroescéptico aliado con la primera ministra británica, Theresa May, casi dan por segura una nueva derrota parlamentaria, el próximo martes, de la propuesta para la salida del Reino Unido, en lo que también para el jefe negociador del Brexit en la oposición laborista, Keir Starmer, supondrá una votación definitiva sobre el plan de May en su conjunto.

El Gobierno de May ha luchado, hasta ahora sin éxito, para asegurar cambios de última hora en un acuerdo de salida con la Unión Europea antes de ser votado el martes para aprobar el acuerdo. El fracaso obligará casi con toda seguridad a aplazar la salida de Reino Unido dado el caos que podría generar una salida por las malas en la fecha límite del 29 de marzo.

Nigel Dodds, el líder adjunto del Partido Unionista Democrático (DUP) de Irlanda del Norte -- uno de los pilares para sostener a May en el Gobierno --, cree que "la situación política es sombría", al mostrarse convencido de que el Parlamento rechazará el martes la propuesta de May si no ocurren cambios trascendentales de última hora.

De la misma opinión se ha mostrado Steve Baker, líder del sector euroescéptico en el Partido Conservador de la primera ministra, en una carta conjunta publicada en el ''Telegraph'', donde ambos advierten de que "cualquier acuerdo de retirada sin cambios será tumbado por una importante porción de los conservadores y el DUP".

Starmer, por su parte, considera posible una "extensión de tres meses" para garantizar un nuevo acuerdo más propicio para Reino Unido siempre y cuando "queden claros los términos". "Hay que saber de qué hablamos cuando hablamos de acuerdo", ha manifestado en declaraciones a la cadena BBC.