Paul Manafort, el antiguo líder de campaña del presidente norteamericano, Donald Trump, ha sido condenado este jueves a casi cuatro años de prisión por delitos financieros, después de que el juez haya rechazado mostrar indulgencia por haber reconocido sus crímenes.

El juez T.S. Ellis en el distrito este de Virginia también ha establecido que Manafort deberá devolver entre seis y 25 millones de dólares (entre 5,36 y 22,32 millones de euros) al Gobierno y pagar una multa de 50.000 dólares (alrededor de 44.000 euros).

Manafort, que ha entrado en la sala en silla de ruedas y con un bastón, ha estado acompañado por su esposa y varios miembros de su familia durante la lectura del fallo, según ha informado la cadena de televisión estadounidense CNN.

El exlíder de la campaña de Trump ha pedido compasión al juez T.S. Ellis antes de la sentencia y ha asegurado que "los últimos dos años han sido los más difíciles para mi familia y para mí". Además ha admitido sentirse "humillado y avergonzado", pero no ha expresado específicamente remordimiento por sus delitos.

El fiscal Greg Andres ha sostenido durante su intervención que Manafort no colaboró con las autoridades durante las investigaciones. "La razón por la que nos reunimos con él durante 50 horas es que mintió", ha agregado.

Por otra parte, Manafort se declaró culpable en un Tribunal Federal de Washington en septiembre por conspiración contra Estados Unidos y la conspiración para obstruir la justicia al intentar falsificar testigos. El juez ha dejado claro que el veredicto de este jueves no tiene relación con este caso.

El equipo del fiscal especial Robert Mueller ha afirmado que Manafort, de 69 años, violó la ley "repetida y descaradamente" y argumentó que no merecía indulgencia en la sentencia.

Mueller no recomendó una sentencia específica, pero describió a Manafort como un criminal "endurecido" que corría el riesgo de repetir su comportamiento si es liberado.

Mueller investiga las acusaciones de interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos y cualquier colusión entre Rusia y la campaña electoral de Trump, algo que tanto el presidente como Rusia niegan.