Al menos cuatro civiles han muerto este martes en un ataque por parte del Ejército de India a través de la frontera con Pakistán en la disputada región de Cachemira, según han denunciado las autoridades paquistaníes.

Fuentes citadas por el diario paquistaní ''Dawn'' han indicado que disparos de ametralladora, mortero y artillería han alcanzado los distritos de Bhimber, Kotli y Punch, dejando además once heridos.

El subcomisario Umer Azam ha detallado que tres civiles --dos mujeres y un niño de ocho años-- han muerto en Mohra Dharoti, mientras que otra mujer ha muerto en Juirata. Entre los heridos hay al menos tres menores de edad.

El incidente ha tenido lugar horas después de que Pakistán denunciara que aviones militares indios habían violado su espacio aéreo y disparado un proyectil en Cachemira.

Tras ello, Nueva Delhi aseguró que había llevado a cabo un ataque aéreo contra un campamento de milicianos situado dentro del territorio paquistaní, una ofensiva que un alto cargo gubernamental indio ha dicho que ha matado a 300 milicianos y que el Ejército paquistaní mantiene que no ha provocado muertos.

El ministro de Asuntos Exteriores indio, Vijay Gokhale, ha detallado que los bombardeos de los cazas de la Fuerza Aérea india han alcanzado un campamento de Jaish-e-Mohammed (JeM), el grupo que reivindicó la autoría del atentado que acabó con la vida de 40 militares indios en la Cachemira india el 14 de febrero.

Por su parte, el ministro de Defensa paquistaní, Sher Mehmud Qureshi, ha advertido a las autoridades indias de que el Gobierno de Islamabad se reserva su derecho a responder frente a la "agresión" perpetrada este martes contra Pakistán. "Pakistán se reserva el derecho de autodefensa y a una respuesta adecuada", ha asegurado.

El Gobierno de Pakistán subrayó este lunes que la región de Cachemira, en disputa con India, "nunca fue ni será" parte del país vecino, al tiempo que volvió a abogar por la apertura de un diálogo para solucionar la crisis.

Poco antes, había recalcado que todo Pakistán "está unido ante la amenaza" de una agresión por parte de India y recordó que el primer ministro paquistaní, Imran Jan, ha abogado en varias ocasiones por estrechar lazos. "Islamabad quiere la paz con Nueva Delhi", indicó.

Tras asumir el cargo en julio de 2018, Jan se mostró dispuesto a hacer avances en este sentido, si bien pidió a India que mostrara reciprocidad. "Si dan un paso hacia nosotros, nosotros daremos dos, pero al menos necesitamos un inicio", dijo Jan.

ATENTADO Y ESCALADA DE TENSIÓN

El grupo islamista Jaish-e-Mohammed (JeM), con base en Pakistán, reivindicó la autoría del atentado, el peor en la historia en Jammu y Cachemira, el único estado indio de mayoría musulmana. La totalidad de muertos eran miembros de un organismo de seguridad.

El Gobierno de India llamó a consultas a su embajador en Pakistán tras el atentado en Pulwama. El Gobierno de Nueva Delhi ha denunciado que Pakistán estuvo implicado en el ataque, una acusación que ha rechazado el Ejecutivo paquistaní.

Tras ello, el primer ministro de India, Narendra Modi, realizó unas duras declaraciones en las que dijo que el atentado "demuestra que la etapa de hablar sobre el terrorismo ha terminado", al tiempo que sostuvo que "el mundo debe unirse y adoptar medidas concretas contra el terrorismo y los que lo apoyan".

La semana pasada, el Consejo de Seguridad Nacional de Pakistán, encabezado por Jan, dio autorización al Ejército para "responder de forma decisiva" a cualquier tipo de "agresión" por parte de India.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó el 20 de febrero su "gran preocupación" por las recientes tensiones entre India y Pakistán y pidió "máxima contención" para evitar un "mayor deterioro" de la situación.