El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha advertido al Parlamento británico de que su voto del martes reclamando renegociar el acuerdo del Brexit "no cambia" las cosas, por lo que la Unión Europea mantiene la puerta cerrada a revisar las condiciones del divorcio o a modificar la salvaguarda para evitar la frontera dura en el Úlster.

"En 60 días Reino Unido dejará la Unión Europea. Es una mala decisión, pero el acuerdo de retirada y la declaración política acordadas entre la UE a 27 y el Gobierno británico es el resultado. Es el único y el mejor acuerdo posible", ha defendido Juncker en un debate en el pleno del Parlamento europeo.

El jefe del Ejecutivo comunitario ha subrayado que es el mismo mensaje que el bloque lleva trasladando a Londres desde hace meses y que el voto en Westminster "no lo cambia". "El acuerdo de retirada no será renegociado", ha remachado.

Juncker ha apuntado el compromiso "alto y claro" de las dos partes en cuanto a la necesidad de proteger la frontera sin controles físicos que existe hoy entre Irlanda e Irlanda del Norte y ha pedido "no retroceder" hacia épocas "más oscuras".

"Necesitamos esa red de seguridad contra ese riesgo. No hay incentivos ni deseos de usarlo, pero no será una red de seguridad si puede ser eliminado en cualquier momento", ha continuado, para después recalcar que la frontera irlandesa será la nueva frontera europea y es una prioridad para el bloque.

Juncker, que se ha declarado "optimista por naturaleza" y ha dicho que está en contacto permanente con May, ha concedido que el riesgo de un Brexit caótico por la falta de acuerdo es cada vez más probable, por lo que la UE ha acelerado sus trabajos para preparar todas las medidas necesarias para estar preparados.

BARNIER, ABIERTO A DISCUTIR SOBRE EL FUTURO

El negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier, por su parte, ha intervenido para defender el resultado de las negociaciones que han durado casi dos años y ha insistido en que el acuerdo que está sobre la mesa fue "negociado con Reino Unido y no contra Reino Unido".

Por ello, Barnier ha afeado a la primera ministra que el martes se alineara con quienes rechazaron el acuerdo que ella misma negoció en Bruselas y votara a favor de la enmienda que reclama renegociar los términos del Tratado de Retirada para suprimir el plan de emergencia irlandés.

También ha criticado que al Cámara de los Comunes votara en contra de una salida sin acuerdo, "pero sin detallar el modo de evitarlo". "Nadie hoy es capaz de aclarar con precisión cómo funcionarían los acuerdos alternativos" que reclaman los diputados británicos, por lo que, ha advertido el negociador europeo, tumbar el llamado ''backstop'' irlandés supone rechazar la "solución" sin evitar el problema.

Barnier también ha reiterado la disposición de la Unión Europea a revisar la declaración política que consensuaron las partes en paralelo al acuerdo de divorcio y que sirve para dibujar las bases de la relación futura.

"La Unión Europea está dispuesta y lo estará en los próximos días a ser más ambiciosa y revisar la naturaleza e intensidad de la relación futura", ha expresado el político francés, quien, sin embargo, ha avisado de que para llegar a ese punto es una "precondición" que el acuerdo de retirada salga adelante, porque es la base para "mantener la confianza mutua".