El ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino, denunció ayer la existencia de un “golpe de Estado” en el país al aludir a la autoproclamación del líder del Parlamento, Juan Guaidó, como “presidente encargado”, un hecho que consideró “reprochable”.
“Alerto al pueblo de Venezuela que se está dando un golpe de Estado contra la institucionalidad de nuestra democracia, contra nuestra Constitución, contra el presidente Nicolás Maduro, presidente legítimo”, dijo el ministro ante periodistas y acompañado por otros jerarcas militares.
Padrino leyó un comunicado en nombre de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en el que ratifica su respaldo a Nicolás Maduro como jefe del Estado y advierte de que “no aceptará jamás un presidente impuesto.
Acusó a “factores desquiciados” de la oposición venezolana de querer “irrumpir de una manera violenta, esquizofrénica” al intentar propiciar un gobierno de facto que, auguró, “no va a ser victorioso”.
“Es un asunto gravísimo y atenta contra el estado de derecho, contra la paz de todos los venezolanos y tengo que alertar al pueblo de Venezuela de la alta peligrosidad que esto reviste, que esto significa para nuestra integridad, nuestra independencia y para nuestra soberanía nacional”, prosiguió.
El respaldo de la FANB a Maduro es “indefectible e inexorable”, según Padrino, que agradeció a los gobiernos extranjeros que promueven el diálogo como salida a la crisis política y recriminó los “actos injerencistas” de los numerosos países que reconocieron a Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela.
El titular de Defensa aseguró que los militares garantizarán la “paz ciudadana” y evitarán enfrentamientos entre venezolanos, en medio de las protestas antigubernamentales que se han desatado esta semana –casi todas de noche y en barriadas– y que han dejado fallecidos según el Gobierno.
“No vamos a tolerar hechos vandálicos o terroristas”, agregó el ministro.
Asimismo, leyó un comunicado de la FANB en el que se señala que “desde hace largo tiempo se viene fraguando un vulgar golpe de Estado contra el gobierno legítimamente constituido por parte de sectores de ultraderecha, auspiciados descaradamente por agentes imperiales”.
Indicó que este es un “plan criminal que amenaza flagrantemente la libertad, soberanía e independencia de la nación” que el miércoles llegó “a límites de altísima peligrosidad pues se ha pretendido instaurar un gobierno paralelo de facto, carente de legalidad y de sustento popular con el oscuro propósito de generar caos y anarquía”.
Los Veintiocho discutirán hoy en Bruselas cómo el bloque puede apoyar una salida a la crisis en Venezuela tras la decisión del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, de autoproclamarse presidente “encargado”, un paso que el bloque evitó legitimar aunque sí trasladó su “pleno” apoyo a la Asamblea Nacional tras boicotear la toma de posesión de Nicolás Maduro para un segundo mandato presidencial.
El bloque expresó este miércoles su “pleno” apoyo a la Asamblea Nacional como “la institución democráticamente elegida” en Venezuela pero evitó reconocer expresamente a Guaidó, como sí hicieron Estados Unidos y otros países de la región.
Asimismo, reclamó el inicio “inmediato” de un proceso político que lleve a nuevas elecciones “libres y creíbles” en Venezuela, tras dejar claro que no podía “ignorarse” a los miles de venezolanos que salieron “masivamente” a la calle el miércoles para pedir “democracia y la posibilidad de determinar libremente su propio futuro”.
El texto fue propuesto por la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, para fijar la primera reacción de la Unión, y salió “sin cambios” tras las consultas con las capitales, según tres fuentes diplomáticas.
La UE reaccionó “con unidad y muy rápido” en “respaldo a las fuerzas democráticas en el país”, aseguró ayer en rueda de prensa la portavoz de Mogherini, Maja Kocijancic.
Dieciséis países del continente americano expresaron ayer en la Organización de Estados Americanos (OEA) su “pleno respaldo” al autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, y pidieron que se garantice su “seguridad” y la de los miembros de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
La declaración, una fórmula poco comprometedora y de gran tradición en la OEA, fue respaldada por 16 de los 34 países que son miembros activos del organismo: Argentina, Bahamas, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Honduras, Guatemala, Haití, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana.
“Demandamos que se garantice la seguridad y la protección del presidente encargado, Juan Guaidó, y de los miembros de la Asamblea Nacional”, leyó la embajadora de Argentina, Paula María Bertol, durante una sesión extraordinaria sobre Venezuela del Consejo Permanente de la OEA.
Estados Unidos solicitó formalmente ayer al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que celebre una reunión de urgencia mañana para abordar la situación en Venezuela después de que el titular de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se haya autoproclamado “presidente encargado” del país.
“Estados Unidos ha requerido oficialmente una reunión abierta del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para el sábado a las 9.00 (hora local) para discutir la actual crisis en Venezuela”, anunció la misión estadounidense en la ONU en su cuenta oficial de Twitter.
Guaidó se autoproclamó el miércoles como “presidente encargado” de Venezuela en un movimiento que han reconocido la mayoría de los países americanos, incluido Estados Unidos, que ahora reclaman el inicio de una transición pacífico que conduzca a nuevas elecciones.
Sin embargo, el Gobierno de Nicolás Maduro recabó importantes apoyos del exterior, además de sus tradicionales aliados en la región –Cuba, Bolivia, Nicaragua y El Salvador–. Rusia y China, ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y, por tanto, con derecho a veto, respaldaron también al líder chavista.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció ayer que acepta la propuesta de los gobiernos de México y Uruguay para abrir un nuevo diálogo para pactar una solución a la crisis política del país, que se ha profundizado después de Guaidóe autoproclamarse “presidente encargado”.