El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha responsabilizado este miércoles a Estados Unidos por promover "un golpe de Estado" en Venezuela además de provocar un enfrentamiento entre los ciudadanos venezolanos.

"Estados Unidos no engaña a nadie. No le preocupa defender la democracia de Venezuela, sólo le interesa saquear su petróleo", ha señalado Morales a través de su cuenta en la red social Twitter. "Para lograrlo, así como hizo en Irak y Libia, provoca conflicto, desestabiliza e interviene militarmente", ha aseverado.

El mandatario boliviano ha recalcado que América Latina "es zona de paz y defenderá su soberanía ante el golpismo imperialista". "Atentar contra Venezuela es atentar contra América Latina", ha subrayado.

Las palabras de Morales han llegado después de que el jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, se ha autoprocalmado "presidente encargado" del país durante las multitudinarias manifestaciones convocadas por la Asamblea Nacional contra el Gobierno de Nicolás Maduro, desencadenando de forma inmediata una ola de reconocimientos de varios países.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido el primero en mostrar su apoyo a Guaidó. "El pueblo venezolano ha hablado valientemente contra Maduro y su régimen y ha exigido libertad y Estado de Derecho", ha indicado el mandatario norteamericano.

Poco después, Maduro ha anunciado la ruptura de relaciones con "el Gobierno imperialista de Estados Unidos" y ha dado 72 horas a su personal diplomático y consular para abandonar el país.

Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, ha asegurado que Maduro carece de autoridad para romper las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y a expulsar a los diplomáticos de suelo venezolano.

Pompeo ha aseverado que Washington mantendrá sus relaciones diplomáticas con Caracas de cara al futuro con el nuevo Gobierno del presidente interino y ha instado al Ejército venezolano y las fuerzas de seguridad a seguir protegiendo a toda la población del país caribeño, así como a los ciudadanos estadounidenses y extranjeros que allí se encuentren.