La ciudadana rusa Maria Butina, detenida en julio en Estados Unidos por presunto espionaje, se ha declarado culpable este jueves de los cargos de conspiración y ha aceptado cooperar con las investigaciones.

La jueza Tanya Chutkan ha afirmado durante la vista que Butina ha aceptado igualmente permanecer encarcelada hasta que se emita la sentencia, que podría ser de hasta cinco años de cárcel, según ha recogido la cadena de televisión estadounidense CNN.

Asimismo, ha subrayado que la mujer ha aceptado declararse culpable con la esperanza de que la Fiscalía pida una sentencia de cárcel menor a raíz de su cooperación.

En el marco del acuerdo alcanzado con la Fiscalía estadounidense, Butina ha admitido que ella, junto a otra persona a la que algunas fuentes han identificado como el republicano Paul Erickson, llegaron a un acuerdo para "conspirar" y actuar en Estados Unidos bajo las directrices de Moscú. En este proceso se habría visto implicados además un alto cargo ruso y al menos otra persona más.

El alto cargo ruso podría ser Alexander Torshin, vicegobernador del Banco Central de Rusia y aliado de Putin. Tal y como reflejan documentos judiciales, bajo sus órdenes Butina trató de "establecer líneas de comunicación con estadounidenses con poderes e influencias sobre la política del país".

El acuerdo también señala que los cargos por conspiración podrían llevar a una pena de hasta cinco años de prisión. No obstante, el pacto alcanzado con los fiscales reduciría la condena dependiendo del nivel de cooperación de Butina, que podría ser deportada a Rusia.

La Fiscalía había acusado a Butina de conspirar con dos ciudadanos estadounidenses y un alto responsable del Gobierno ruso para influir en la política de Washington hacia Rusia e infiltrarse en un grupo de derechos de armas que se cree que es la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).

La vista se ha celebrado apenas dos días después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmara que los servicios de Inteligencia del país no saben nada sobre Butina.

"Cuando me enteré de la situación entorno a ella (...) primero pregunté a todos los jefes de nuestros servicios de Inteligencia quién es, y nadie sabe absolutamente nada de ella", dijo.

El pasado mes de agosto, el Ministerio de Exteriores de denunció que la presunta espía rusa se encuentra arrestada bajo "condiciones inaceptables" y está recibiendo un maltrato impropio de los cargos por los que está siendo investigada.