La familia del expresidente George H.W. Bush ha garantizado al actual mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, que no se repetirán escenas como las vividas en el funeral del senador John McCain, en el que se hizo evidente el malestar con el inquilino de la Casa Blanca, según fuentes consultadas por ''The Washington Post''.

Bush falleció la semana pasada y su féretro llegó el lunes al Capitolio, donde los ciudadanos tendrán la oportunidad de dar el último adiós a quien fue el presidente número 41 de Estados Unidos, antes del funeral de Estado del miércoles en la catedral de Washington y del entierro en Texas del jueves.

Entre quienes ya se han acercado a dar su homenaje al difunto mandatario figura Trump y su esposa, Melania, que también acudirán al funeral del jueves. Según ''The Washington Post'', la familia de Bush contactó en verano con el actual presidente para garantizarle que sería bienvenido, a pesar de las discrepancias que puedan haber tenido ambos.

Trump no ha dudado en criticar políticas y medidas adoptadas por los principales representantes políticos de la familia Bush, pero durante estos días las partes han firmado una tregua que dejará a un lado las diferencias. El presidente no leerá durante el funeral, pero sí se sentará en la primera línea junto a otros mandatarios vivos como Barack Obama, Bill Clinton y Jimmy Carter.

La Casa Blanca también ha ofrecido el Air Force One para los traslados del féretro y ha accedido a que la familia de Bush se aloje en la Casa Blair, la residencia oficial para invitados, según una fuente conocedora de los preparativos y citada por el periódico norteamericano.