Más de 600 personas han resultado heridas este domingo como consecuencia de un terremoto de magnitud 6,4 en la escala Richter que ha sacudido la región fronteriza entre Irán e Irak, según han informado medios locales, que han indicado que por el momento no se han registrado víctimas mortales.

"El número de heridos ha llegado a 646. La mayoría de ellos no han sido hospitalizados debido a que no presentaban heridas de gravedad", han señalado a la televisión estatal varios altos cargos de la provincia de Kermanshá. El seísmo se ha sentido también en Bagdad, la capital iraquí, y en Kuwait.

El director gerente de la Media Luna Roja en Kermanshá, Arash Lahouni, ha confirmado el envío de doce equipos de evaluación a la región para evaluar los daños, informa la agencia de noticias estatal, IRNA. También han sido enviados efectivos del Ejército y de la Guardia Revolucionaria.

El epicentro se situaría en Sarpul e Zahab, en la provincia iraní de Kermanshá, según ha informado la agencia de noticias iraní Tasnim. El corrimiento se produjo a las 20.07 hora local (17.37, hora peninsular española).

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha informado también del corrimiento y ha situado el hipocentro a 10 kilómetros de profundidad. Igualmente ha sido detectado por el Centro Sismológico Euromediterráneo (EMSC).

La televisión kurdo-iraquí Rudaw ha dado cuenta del corrimiento, que se ha podido sentir en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, y en puntos tan lejanos como Kuwait.

En los momentos posteriores se han podido sentir varias réplicas, la más potente una media hora después del terremoto principal. La réplica más potente tenía poco más de 5 en la escala de Richter.

Irán es uno de los países más propensos a los terremotos debido a las fallas tectónicas que se encuentran en su territorio. El 12 de noviembre del año pasado murieron al menos 620 personas y 12.000 resultaron heridas en un terremoto de 7,3 en la escala de Richter.