Los colegios electorales en Madagascar abrieron hoy sus puertas en unos comicios presidenciales históricos que buscan poner fin a una década de crisis política, y en los que están llamados a votar unos 10 millones de malgaches.

La votación, disputada entre un número récord de candidatos, 36 en total, estaba previsto que comenzara a las 06.00 hora local (03.00 GMT), pero lo hizo con retraso en muchas de las mesas, alargando las filas de ciudadanos desde primera hora de la mañana.

Las calles en la capital, Antananarivo, amanecieron bajo un notable dispositivo de seguridad policial para evitar posibles disturbios.

Los votantes tendrán hasta las 17.00 hora local (14.00 GMT) para acudir a uno de los 24.852 colegios electorales habilitados por toda la isla africana para elegir a sus representantes.

Los focos están puestos en tres candidatos expresidentes, quienes según las encuestas parten como favoritos: el saliente Hery Rajaonarimampianina, Andry Rajoelina (2009-2014) y Marc Ravalomanana (2002-2009); este último depuesto por un golpe de Estado que provocó la inestabilidad política que el país sufre desde entonces.

Una crisis que se agravó el pasado 21 de abril, después de que cuatro manifestantes murieran en Antananarivo en una protesta contra las nuevas leyes electorales aprobadas en el Parlamento.

Menos de un mes después, el Tribunal Constitucional intervino en la crisis del país y ordenó al entonces jefe de Estado Rajaonarimampianina que nombrase un nuevo Ejecutivo de consenso y adelantase las elecciones, previstas para final de año.

Los resultados provisionales serán divulgados entre el 14 y el 20 de noviembre, y si ningún candidato obtiene mayoría absoluta -el 50 % de los votos más uno- tendrá lugar una segunda vuelta con los dos finalistas el próximo 19 de diciembre.

Diversos organismos internacionales como la Unión Europea (UE) han desplegado en el país observadores con el fin de garantizar la legitimidad de este proceso democrático ante la comunidad internacional.

Algunos candidatos menores denunciaron ante la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) anomalías en el registro de votantes en relación a la omisión de un gran número de ciudadanos en edad de votar, en comparación con el registro de los comicios de 2013.

Durante los últimos días de campaña, los tres principales candidatos hicieron gala de su fuerza mediante fastuosos eventos con aforo completo celebrados en coliseos y estadios de fútbol, intentando arañar esos últimos votos que hoy podrían ser decisivos.