El Gobierno de EE.UU. anunció hoy que enviará 5.200 soldados a la frontera con México durante esta semana para responder a la llegada de dos caravanas de inmigrantes centroamericanos, un movimiento que llega en plena campaña para las elecciones legislativas del 6 de noviembre.

Un grupo de 800 militares ya está de camino a Texas desde las bases militares de Fort Knox y Fort Campbell, situadas ambas en Kentucky, explicó hoy en una rueda de prensa el comandante del Mando Norte del Departamento de Defensa, general Terrence J. O''Shaughnessy.

El general estadounidense indicó que para finales de semana el número de efectivos será de 5.200 y reconoció que aquellos que portan armas las mantendrán durante su misión en la frontera.

El objetivo de los soldados, resaltó O''Shaughnessy, es "endurecer" la entrada por la frontera y "mejorar" la capacidad de los agentes migratorios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ante la llegada de dos caravanas compuestas por unas 6.500 personas, según cálculos de EE.UU.

Una ley estadounidense de 1878 prohíbe usar a los soldados para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional.

Por eso, indicó O''Shaughnessy, los militares se limitarán a apoyar a los agentes fronterizos en operaciones aéreas para detectar actividades ilegales, así como en labores mecánicas, como reparación de vehículos, y ofrecerán cuidados médicos a los migrantes que lo necesiten.

Entre sus tareas estará reforzar los puertos de entrada y detectar aquellos puntos más débiles y por los que los inmigrantes podrían tratar de cruzar de manera irregular, detalló O''Shaughnessy.

Las tropas, movilizadas bajo lo que las autoridades han denominado "Operación Patriota Fiel", primero reforzarán la frontera de Texas para luego pasar a Arizona y California.

Entre los soldados, habrá tres batallones de ingenieros de combate, tropas especializadas en aviación y otros soldados dedicados a logística y tratamiento médico.

Además, según O''Shaughnessy, el Pentágono enviará a la frontera tres helicópteros con visión nocturna destinados a transportar a los agentes fronterizos de un lugar a otro.

El Pentágono ya ha puesto a disposición de la Patrulla Fronteriza 35 kilómetros de alambres de púas y tiene capacidad para darles hasta 240, indicó O''Shaughnessy.

El jefe de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Kevin McAleenan, aseguró hoy que su agencia también se ha preparado para la llegada de los inmigrantes y, actualmente, tiene mil efectivos adicionales dispuestos a actuar en los puestos de entrada, entre los que hay personal antidisturbios.

Otros 830 agentes de la CBP están listos para ir a las áreas entre puestos de entrada, donde suele haber menor vigilancia.

McAleenan trató de desvincular el despliegue en la frontera con los comicios y aseguró que las autoridades se están enfrentando a una "crisis humanitaria" en la frontera sur con la llegada de un número creciente de inmigrantes, la mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha tratado de usar la inmigración para movilizar a su base en las elecciones del 6 de noviembre, cuando se renueva la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.

En Twitter, el mandatario insistió hoy en que "muchos miembros de bandas y gente muy mala" están "mezclados" en la caravana.

"Por favor, den la vuelta, no serán admitidos en EE.UU. a menos que sigan el proceso legal."ÑEsto es una invasión de nuestro país y nuestras Fuerzas Armadas los están esperando!", advirtió Trump.

Los militares que se desplegarán esta semana se suman a los 2.100 efectivos de la Guardia Nacional -un cuerpo de reserva de las Fuerzas Armadas- que se encuentran en la frontera sur desde abril debido a otra caravana de migrantes, que en ese caso inició su recorrido en el sur de México.

Según McAleenan, unas 3.500 personas integran ahora la primera caravana, que llegó a estar compuesta por 7.000 inmigrantes; mientras que 3.000 forman parte del segundo convoy.

La primera caravana partió el 13 de octubre de San Pedro Sula (Honduras) y actualmente marcha por México; mientras que el segundo convoy ingresó hoy en territorio mexicano, pero sus integrantes se entregaron a las autoridades después de que se les impidiera acceder por la fuerza.