Al menos 18 personas han muerto y más de 40 han resultado heridas por la explosión de una bomba en el interior de un centro de formación profesional de la ciudad de Kerch, en la península de Crimea, según han informado las autoridades rusas.

Fuentes policiales priorizaron inicialmente la hipótesis de la explosión de gas, pero el Comité de Investigación ha confirmado que se trató de una acción intencionada, después de comprobar que había estallado un artefacto cargado con metralla en la cafetería del centro.

El presidente de Crimea, Sergei Aksionov, ha elevado a 18 el número provisional de muertos, mientras que el de heridos supera los 40. La mayoría de las víctimas serían adolescentes alumnos del centro, si bien no han trascendido detalles al respecto, según la agencia de noticias Sputnik.

Aksionov, que ha decretado tres días de luto en la península, ha identificado al autor del ataque como un alumno del propio centro. El presunto autor, residente en Kerch, se suicidó después de perpetrar el ataque.

El Comité de Investigación abrió inicialmente una causa por presunto atentado terrorista, si bien finalmente ha variado para considerarlo un caso de asesinato masivo. El Comité Antiterrorista Nacional, que también informó inicialmente de un atentado, no descarta que el atacante tuviera cómplices.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas de la "tragedia", al término de un encuentro con su homólogo egipcio. Putin también se ha referido en su primera reacción a la "explosión de un artefacto improvisado" como causa.

La ministra de Sanidad rusa, Veronika Skvortsova, se desplazará a Crimea en representación del Gobierno ruso.