El conflicto laboral en Venezuela llegó hoy a su día 103 y alcanzó otro punto alto al lograr pequeñas manifestaciones simultáneas en casi todos los estados del país para reclamar al jefe de Estado, Nicolás Maduro, por las consecuencias de vivir en la pobreza y en medio de la severa crisis económica.

Docentes, enfermeros, electricistas, funcionarios del Parlamento y hasta jubilados se agruparon para protestar ante las oficinas estatales del Trabajo para exigir reivindicaciones laborales, pues denuncian la pérdida de beneficios tras las medidas económicas del Gobierno.

Los trabajadores entregaron ante las sedes de estas instituciones un documento para exigir un aumento de sueldo que cubra la canasta básica familiar, ubicada en 20.000 bolívares (322 dólares, según la tasa oficial) y pese a que en agosto el Ejecutivo decretó un aumento de 3.500 % en el salario.

Sin embargo, dada la inflación diaria de 4 % los trabajadores no ven mejoras con este aumento de salario, que desde hoy se pagará semanalmente, según anunció el jueves Maduro, "para que rinda más".

El incremento salarial fue anunciado como parte del nuevo plan de Maduro para enfrentar la crisis y que también incluye la eliminación de cinco ceros a la moneda, una devaluación de 95,8 %, una reforma fiscal, el control de precios y un posible aumento considerable del valor de la gasolina en los próximos días.

En la protesta de hoy los empleados, que contaron con el apoyo del opositor Frente Amplio Venezuela Libre, pidieron además que se les respeten sus contratos colectivos, que incluyen el pago de vacaciones, bonos nocturnos o escalas por el nivel de profesión.

Particularmente en Caracas la manifestación ocurrió frente al Ministerio de Trabajo que estaba custodiado por una cadena policial, y solo una representación de los empleados fue recibida por el director de sindicatos, Juan Carlos de Arcos, sin que se les diera una respuesta concreta.

La presidenta del Colegio de Enfermeras de la capital venezolana, Ana Rosario Contreras, consideró que esto es una evidencia de la "falta de intención" e interés del Ministerio de Trabajo para resolver la situación y en ese sentido reiteró que irán a una huelga si no atienden sus demandas.

Mientras los empleados coreaban "nos vamos a huelga", Contreras señalaba a los periodistas que las protestas ocurrieron en 20 estados del país y que para el 18 de octubre habrá una actividad de "peso" a nivel nacional.

Contreras dijo que los trabajadores se encuentran "aglomerando fuerzas" e incorporando a la "lucha" a más trabajadores dependientes del Estado para hacer un llamado a huelga que aún no tiene fecha.

Medios locales informaron de protestas en al menos seis estados del país, incluido Distrito Capital, Caracas, entre ellos los fronterizos Bolívar (sur), Táchira (oeste), Zulia (noroeste), así como Carabobo (centro) y Lara (oeste).

En cada una de estas regiones, los trabajadores, además de denunciar que no les alcanza el salario, señalan que también se ven afectados por los distintos problemas que ha traído la crisis, como los apagones, la escasez de medicinas y alimentos o la falta de producción de todos los productos.

Mientras tanto, el chavismo exhibió hoy una nueva muestra de apoyo popular al jefe de Estado con una marcha por el centro de Caracas que logró a reunir unos cuantos miles de simpatizantes.

"Una manifestación por la paz, una paz de verdad, una paz que garantice para los venezolanos un horizonte de tranquilidad, de prosperidad", dijo el presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y considerado número dos del chavismo, Diosdado Cabello, a periodistas desde el punto de partida de la marcha.

Según Cabello, Venezuela ha sido víctima de "un acoso constante" por parte de "agentes del imperialismo".

"Como a ningún otro país, quizás, se le ha atacado como se le ha atacado a Venezuela en los últimos tres, cuatro años", dijo, una afirmación que sostienen casi a diario todos los altos cargos del Gobierno de Maduro.

En la marcha en la que también había grupos de motoristas y en la que predominaba el color rojo, característico del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Cabello reiteró que el país no necesita el canal humanitario que pide la oposición y en el que países de la comunidad internacional están dispuestos a colaborar.