Al menos cuatro personas murieron hoy en Filipinas a causa de una avalancha de tierra en la localidad de Naga, que sepultó más de una veintena de viviendas en esa ciudad de la provincia de Cebu, en el centro del país.

Las autoridades recuperaron cuatro cuerpos que corresponden a un niño de 4 años, dos mujeres ancianas y un hombre, mientras buscan posibles supervivientes entre las decenas de personas que están allí atrapadas, dijo a la prensa local el inspector jefe de la Policía de Naga, Roderick Gonzales.

Aunque todavía no se sabe con exactitud cuantas personas están atrapadas, Gonzales señaló que hay entre 20 y 25 viviendas completamente sepultadas como consecuencia del deslave de tierra provocado por las intensas lluvias de los últimos días.

"Estamos en un momento crucial porque todavía hay opciones de encontrar a personas con vida. Por eso estamos acelerando las labores de búsqueda con equipos pesados como retroexcavadoras, aunque es complicado porque la tierra está muy blanda y se desploma con facilidad", explicó el inspector.

Unas 300 familias han sido evacuadas de la zona después de esa avalancha de tierra, que se siguen produciendo en todo el país después de paso del tifón Mangkhut que arrastró el pasado sábado dejando intensas lluvias y fuertes vientos.

El tifón azotó con fuerza el norte del país, donde se han registrado decenas de deslizamientos de tierra, sobretodo en la región montañosa de Cordillera, donde Mangkhut causó 72 de los 88 muertes registrados en todo el país, según el último recuento de la Policía Nacional.

En Cordillera tuvo lugar el suceso más trágico provocado por Mangkhut, en la localidad minera de Itogon, donde el sábado un gran desprendimiento de tierra enterró en lodo una mina abandonada de oro y varios barracones donde se refugiaron decenas de familias durante el tifón.

Por el momento, los servicios de rescate han recuperado 23 cuerpos de los 49 fallecidos confirmados hasta la fecha en ese incidente, mientras continúan las labores de búsqueda de unos sesenta desaparecidos.